Yo no soy racista, pero...
Esta es una de las frases que más podemos encontrar justo delante de otra perfectamente racista. Además de utilizar la falacia que yo denomino "no te enfades, pero..." ("no te enfades, pero me he tirado a tu mujer"; "no te enfades, pero te voy a dar una patada en la entrepierna"; "no soy racista, pero los negros nos quitan el trabajo", "no soy homófobo, pero es que los gays..." etc.) en la que se trata de invalidar la verdadera implicación de una frase posterior con otra anterior con la que se intenta condicionar la manera en la que va a ser recibida esta segunda, estas personas dan amplio repertorio de amigos, conocidos o familiares de esa misma condición (negros, moros, gays, gitanos, etc.) como prueba de que no son racistas.
Me da igual que pienses que no eres racista o que tengas los amigos o conocidos que quieras. Eres racista. Es duro, es incluso triste tener que reconocerlo, pero no te preocupes. Todos somos racistas (ya ha hablado "el abuelo" en alguna ocasión de ello) por motivos antropológicos y en ocasiones también sociales, y como veremos, reconocerlo y ser conscientes de que lo somos es el primer paso para dejar de serlo.
Para combatir el racismo primero hay que conocerlo, así que allí vamos. En este artículo intentaré dar algunas pistas de las posibles causas de las reacciones racistas que existen en el ser humano y por qué existen, para poder ver al final, cómo poder utilizar esto para combatir el racista que tenemos dentro.
Antes de todo, para entender cómo hemos llegado aquí, es muy importante saber dónde se desarrollaron los cambios que nos hicieron humanos. Dónde lo abuelos del Homo Sapiens llegaron a ser lo que es hoy en día el humano moderno. Para ello quiero que veáis esta imagen de familia de la evolución humana:
Fuente:http://www.iro.umontreal.ca
¿Qué es incorrecto en esta imagen?
¿Por qué es importante que la evolución humana se desarrollase en África?
Por ello, uno de los mecanismos que desarrolló el ser humano a lo largo de la evolución es lo que se denomina el "sistema inmune comportacional" o "behavioral inmune system" en inglés (os dejo aquí un artículo de Scientific American donde hablan de él).
¿Qué es el sistema inmune comportacional?
Sin embargo, el ser humano no se quedó allí, sino que el desarrollo de emociones sociales basadas en las emociones básicas hicieron posible la emoción social del asco, que se dispara cuando vemos a otras personas realizar acciones que consideramos contaminantes, inmorales, impuras, repulsivas o que conllevan un uso no apropiado del propio cuerpo.
¿Queréis experimentar esta sensación de asco?
Esa cara que estáis poniendo ahora mismo es de asco, es universal a todos los seres humanos y es la responsable de algunas formas de racismo.
Uno de los problemas de vivir hace 2 millones de años en el África tropical era que tenías que desarrollar una serie de comportamientos que, no sólo evitasen ser pasto de los parásitos, sino también pudiesen prevenirlos. Los grupos sociales desarrollaron sus propias costumbres y hábitos higiénicos y cuando se encontraban con otros grupos con hábitos diferentes, les parecía (y como consecuencia nos parecen hoy en día) que son "sucios". Esta emoción social de asco puede estar detrás de ciertas formas de racismo, en las que se siente asco por otro grupo social, étnico o cultural.
Además, parece ser que el lenguaje y la religión se utilizaron como barrera de entrada para evitar la mezcla de los diferentes grupos sociales y los consiguientes contagios de enfermedades para los que no estaban inmunizados. Parece ser que existe una relación directa entre la densidad de idiomas y religión y la latitud geográfica (no olvidemos que las religiones se basan en reglas de como usar y no usar el propio cuerpo, de "pureza" y de "impuros"), lo que se corresponde con las zonas tropicales y subtropicales con alto índice de parásitos y contagio de enfermedades infecciosas. De esto pueden dar lecciones de historia los descendientes de los antiguos indígenas americanos, cuyas poblaciones fueron diezmadas por las enfermedades que trajeron los europeos al nuevo continente.
Lo interesante de este sistema inmune comportacional es que, al estar basado en emociones básicas, está sujeto también a los cambios internos del cuerpo. Otro estudio ha encontrado por ejemplo, que las mujeres embarazadas, al tener el sistema inmune comprometido, muestran unos índices mayores de etnocentrismo y xenofobia.
Este es uno de los grandes aspectos que encontramos en los orígenes del hombre que podrían explicar el racismo de nuestros días, pero no es el único. Como ya es común (y aún no lo había escrito en este artículo), vivimos en la era espacial con cerebros de la edad de piedra, y esto hace que comportamientos que hace 2 millones de años eran útiles, ahora nos den más de un quebradero de cabeza.
La otra emoción que nos ayudará a entender el racismo es el miedo.
¿Por qué el miedo?
Imagínate que eres el componente de un grupo de 7 individuos. Eres una mujer joven, de unos 13 años. Estas recogiendo algunas frutas alrededor del campamento que habéis formado donde esperan otra mujer más mayor con su hija embarazada, su compañero y 3 niños. De repente, entre las ramas, ves una cara desconocida. ¿Qué haces?
Lo mejor que te puede pasar en ese momento es que te violen y te dejen marchar sin más daño. El resto de posibilidades abarcan el rapto, el esclavismo (recordemos que hasta hace casi 150 años era algo legal y generalizado en todo el mundo), el ataque físico, y por supuesto la muerte. Recordemos que en el pleistoceno el ser humano no era el único primate que existía y la convivencia, por los restos que se han encontrado, solían incluir el canibalismo entre especies y dentro de la misma.
En este escenario, si veías una cara no familiar, lo mejor que podías hacer era correr, así que la emoción que se dispara automáticamente a través de la amígdala es la del miedo cuando se ven caras no familiares. Esta reacción es mucho más fuerte cuando se ven caras de otros grupos étnicos y más aún cuando estas caras miran directamente que cuando miran hacia otro lado.
La buena noticia es que a la vez que evolucionaba este mecanismo de defensa, también crecía el cortex prefrontal de nuestro cerebro, que es capaz de regular la acción de la amígdala y su reacción ante el miedo. Esto hace posible que una predisposición cognitiva pueda modular reacciones racistas. Es decir, darnos cuenta de que estamos siendo racistas, nos ayuda a dejar de serlo conscientemente (cortex prefrontal) y eso hace que inconscientemente (amígdala) también dejemos de serlo.
Ya tenemos las dos pistas antropológicas que nos pueden ayudar a descifrar el racismo: el sistema inmune comportacional y el miedo a caras extrañas.
Pero nos queda otra que está oculta en el funcionamiento de nuestro propio cerebro: los prejuicios.
Pongámonos en una situación simple en un ejemplo del psicólogo y nobel de economía Daniel Kahneman. Le decimos a nuestro hijo que vaya a por el pan viene con el pan y un chicle que se ha comprado. Todo le ha costado 1,10€ y nos dice que el pan ha costado 1€ más que el chicle.
¿Cuánto ha costado cada cosa?
¡Falso!
Estas mismas heurísticas y reglas son las que rigen los prejuicios, en los que se asocia a un grupo unas características determinadas. Estos prejuicios se pueden medir con unos tests en los que se mide el tiempo de respuesta al responder preguntas con dos conceptos diferentes, como por ejemplo, caras de personas negras y "bueno" / caras de blancos y "malo" y viceversa. Cuanto mayor sea la diferencia de tiempo entre las respuestas en las diferentes asociaciones mayor existencia de prejuicios existe. Esto se llama test de asociación implícita.
¿Queréis probarlo? Aquí tenéis varios test en español donde podréis comprobar por vosotros mismos si sois racistas, machistas, si odiáis a los catalanes, vascos o madrileños o si no os gustan las personas con un color de piel más oscuro. Bastante clarificador para alguien que "no es racista, pero...".
Los prejuicios o asociaciones implicitas son terriblemente peligrosos por dos motivos. El primero de ellos es que, a diferencia de las emociones, alguien perteneciente al grupo social sobre el que se tienen prejuicios puede tener esos mismos prejuicios sobre sí mismo. Esto no pasaba con las emociones, que eran dependientes de tu raza y la del otro. Aquí, un latino puede tener prejuicios hacia los latinos y un negro puede tener los mismos prejuicios hacia los negros que un blanco.
El segundo motivo por el que los prejuicios son peligrosos es que creer en ellos hace que los hagamos realidad. Esto tienes sus raíces de nuevo en el cerebro, en las neuronas espejo y en la in-corporación (embodiment) del lenguaje, los mismos aspectos de los que se vale la programación neurolingüistica (PNL) y la sugestión para hacernos actuar inconscientemente como quieren que actuemos (de esto hablaré en otra ocasión largo y tendido). Así pues, si somos latinos y tenemos el prejuicio de que los latinos andan de una determinada manera, andaremos inconscientemente así (si cambiáis "latinos" por "ancianos" encontraréis este famoso experimento).
Como hemos visto, hemos podido identificar 3 fuentes diferentes de origen del racismo.
Ninguna de ellas es compatible con el estilo de vida y la sociedad actual.
Por otro lado, hemos visto también que darnos cuenta de que tenemos estas reacciones puede regular la acción de la amígdala haciendo que en futuras interacciones su respuesta sea menor o más modulada y reaccionemos sin condicionamientos por estar delante de alguien de otra raza.
Y por último hemos visto que los prejuicios y estereotipos juegan un papel clave a la hora de juzgar grupos sociales y personas en particular. Mi consejo con este último punto es personalizar y descategorizar a las personas. Al fin y al cabo somos todos seres humanos y hemos recorrido este largo camino juntos. Los prejuicios lo único que consiguen es atarnos a una forma de pensar que no corresponde con la realidad, sino con un espejismo creado por nuestro hemisferio izquierdo para poder entenderlo.
El racismo como vemos, es algo innato al ser humano, pero también el ser humano es el primate más social que existe. Nuestra capacidad para hablar, entender y gestionar las relaciones sociales nos ha hecho únicos. También nuestra capacidad para entender de donde vienen nuestras limitaciones y poder superarlas es única. Ningún otro animal tiene la plasticidad cognitiva que tiene el ser humano.
Por todo ello, la próxima vez que esteis a punto de decir eso de "yo no soy racista, pero..." pensadlo bien y analizad cual de estos tres puntos que hemos visto está siendo el responsable de vuestra reacción, aunque puede que sean varios de ellos a la vez (pensad que uno no excluye al otro e incluso puede potenciarlo).
Bueno, es la primera vez que leo una entrada de tu blog completa y la verdad es que me ha impresionado la cantidad de referencias e información que pones. Te felicito!
ResponderEliminarGracias!
ResponderEliminarSiempre se agradecen este tipo de comentarios :)
Un saludo!
Por lo menos que yo sepa, el hombre de Neanderthal no era africano ni negro. Y ya que estamos el de la isla de Flores, por su situación geográfica supongo que tampoco, aunque poco se sabe de este nuevo especimen. Y bueno, del resto de homínidos que presentas no me acuerdo de los detalles, pero vamos, que no todos eran negros.
ResponderEliminar¿De qué neandethal estamos hablando? ¿Del que se separó de la rama evolutiva humana hace 400k-800k años o del que vivió y compartió habitat ecológico en el homo sapiens moderno hace 30k años en Europa?
ResponderEliminarNo sabemos mucho de qué color tenían los neanderthales, pero la hipótesis nula es que heredaban los rasgos de sus antecesores africanos y no ha habido mutaciones. Para poder decir que hay una mutación que modifica el color de piel de los neanderthales tendrás que demostrar:
a) Que poseían una mutación que afecta a la producción / expresión / transporte de melanina en la piel y que podamos conocer su efecto porque se da también en humanos modernos o...
b) Encontrar piel de neanderthal congelado y en suficiente buen estado como para poder determinar su color original.
El propio humano moderno ha tenido un color de piel homogeneo hasta que hace 19k años (http://www.newscientist.com/article/dn22308-europeans-did-not-inherit-pale-skins-from-neanderthals.html) apareció la mutación de piel europea y otra independientemente en el este asiático (http://www.snpedia.com/index.php/Rs1800414).
Esta diferencia de 40.000 años entre la salida de Africa y la mutación que hace más clara la piel de los europeos hace posible la colonización de estas zonas por poblaciones neanderthales sin mutaciones que aclaren la piel. Por supuesto que la mutación aporta ventajas importantes a la hora de sintetizar vitamina D y es una ventaja evolutiva, pero no tenerla no imposibilita la colonización de estos entornos.
Sin embargo, por falta de tiempo llevo unos meses desconectado de nuevas publicaciones. Es posible que hayan podido identificar el color de piel de los neanderthales estudiados mediante estudios genéticos (cuando dejé esto aparcado había mucho movimiento por el proyecto de genoma neanderthal).
Además, igual que el ser humano ha desarrollado varias mutaciones de manera independiente para variar el color de piel según la cantidad de radiación solar que recibe, es posible que el neanderthal tuviese poblaciones con distintas coloraciones de piel.
No lo descarto, pero hasta que no encuentre un paper que demuestre la mutación concreta o un trozo de piel neanderthal, tendré que seguir pensando que el color de piel neanderthal era negro. Si tienes información que no conozco te agradecería que me pasases las referencias para poder echarles un vistazo.
Sobre la isla de Flores, a 8º al sur del Ecuador... creo que recibe la radiación solar suficiente como para que una disminución en la melanina hiciese más mal que bien a su portador. Un dato interesante es que la población humana original de la isla es negra y no desarrolló una mutación que afectase a la melanina. (http://en.wikipedia.org/wiki/File:COLLECTIE_TROPENMUSEUM_Bewoner_uit_Ende_op_Flores_staat_klaar_voor_de_jacht_of_de_strijd_TMnr_60028899.jpg). Me quedo con la hipótesis nula de que no hay mutación hasta que no tenga más datos.
Saludos.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que el racismo y la tendencia a generalizar son consustanciales al ser humano. No por las razas en sí, pues cuando no hay otra raza siempre ha habido un pueblo de al lado, un barrio, un oficio, etc. El racismo es eso cuando hay "razas" al alcance de la generalización. También estoy de acuerdo en que ser conscientes de ello equilibra las cosas; y una educación correcta, que no necesariamente cara, a veces el entorno la da gratis.
Sin embargo, el artículo me decepciona un poco. La cuenta estaba muy fácil -un euro MÁS- y estoy seguro de pertenecer a una mayoría que la habíamos hecho bien de primeras.
Su análisis África = piel negra hace aguas. Los parientes genéticos más cercanos al hombre, chimpances, no tienen todos la piel negra, aún siendo africanos. El neandertal era de pelo claro, genéticamente, y -aunque pienso que solo se han analizado unas muestras, y bien podría haberlos habido morenos- en la ciencia figuran así. Simplemente no podemos saber el color de la mayoría de los homínidos extintos. Como no tenga usted un "paper" que demuestre lo contrario, lo suyo solo son especulaciones un poco parciales.
También esperaba que me demostraran que tengo prejuicios, por la presentación con la que invita a hacer el test, pero el TAI me dice "Tus respuestas sugieren
Preferencia ligera o sin preferencia hacia personas Blancas sobre personas Negras."
No obstante, el fondo es bueno y sería deseable que estas cosas proliferaran más en el Internet que la voluminosa propaganda racista. Espero no haber sido muy crítico, pero por el tono que usa imagino que no le preocupará lo más mínimo. En el fondo sabrá que me ha gustado leerlo.
muy buen tema, da entender un gran problema que se da desde siempre y más en la actualidad
ResponderEliminar