viernes, 27 de enero de 2012

¿Tienes cara de Pagafantas?

Paul Ekman, el padre de las microexpresiones, cuenta en su libro Emotions Revealed como su maestro Silvan Tomkins era capaz de conocer la personalidad de las personas a través de sus caras. Para probarlo, una vez Ekman preparó un experimento con varias caras de tribus indígenas de Papúa Nueva Guinea que había hecho en sus viajes, eliminando cualquier accesorio o decoración que pudiese dar pistas a Silvan. Este acertó no sólo los aspectos de la forma de vida de las tribus (muy diferentes entre sí), sino que incluso acertó detalles relativos a los rituales sexuales de una de las tribus sólo mirando a sus caras.

¿Sería capaz Silvan Tomkins de distinguir a un pagafantas? 



Un "Pagafantas" (aunque el otro día me enteré que ahora se llaman "Emilios") son esos hombres a los que  las mujeres quieren sólo como amigos y que no ven posibilidad alguna de acabar con ellos de una manera romántica. Sin embargo, el "Pagafantas" (o "Emilio") sigue quedando con ella con la esperanza de que un día caiga en sus brazos.

Tras esta definición, voy con la ciencia. Estaba yo documentándome para el que debía haber sido el siguiente artículo (sobre la biología de los 5 Grandes rasgos de la personalidad) cuando he encontrado este interesante estudio. No es nuevo, pero si que me ha hecho gracia un gráfico que pondré un poco más abajo.

El estudio habla de como afectan los marcadores de testosterona en lo atractivo que es un hombre para las mujeres (independientemente de la simetría facial).

¿Cuales son estos marcadores que hacen más atractivo a un hombre?

Tiene un poco de truco. Por un lado están los marcadores de testosterona en los hombres:
  • Crecimiento lateral del hueso cigomático (pómulos), mandíbula y barbilla
  • Crecimiento frontal de la cresta supraorbital (el "hueso de las cejas")
  • Alargamiento del hueso facial inferior (mandíbula)
  • Vello facial

Por otro lado los marcadores de estrógenos en las mujeres son: 
  • Mejillas prominentes
  • Mandíbula más corta, estrecha y baja
  • Labios gruesos (hay una correlación entre la acumulación de grasa en los labios y en otras partes específicas del cuerpo de la mujer debida a los estrógenos)
  • Ojos grandes

El estudio habla de que los hombres más atractivos son aquellos que tienen marcadores de testoterona y marcadores de pocos estrógenos. En especial, se ha encontrado que los marcadores que las mujeres valoran más atractivos son una mandíbula cuadrada (alto nivel de testosterona) y labios delgados (bajos niveles de estrógenos). 

En el estudio hicieron una serie de caras, de 100% masculinos a 100% femeninos. Os pongo una muestra de como fue la sucesión de caras que utilizaron. 


Le pidieron a un grupo de mujeres que eligieran entre todas las caras posibles entre la 100% masculina y la 100% femenina varias caras en especial. La cara del hombre más atractivo, del más dominante, del más estándar, del más amigable, del que sería mejor padre...

De entre los resultados obtenidos, hay un gráfico que me llamó especialmente la atención. 

Las marcas son las siguientes: 
  • MaM es el hombre más masculino
  • AvM es el hombre promedio
  • El gráfico de izquierda a derecha decrece en testosterona. En el extremo de la izquierda está el hombre 100% y al final un andrógino 50% hombre 50% mujer (más a la izquierda sería mujer con rasgos de hombre).
Como podéis ver, hay un punto en el que las curvas de "amante" y "amigo" se entrecruzan justo antes de llegar al hombre promedio (según el nivel de testosterona). A partir de este punto, tienes muchas posibilidades de tener cara de "pagafantas", y más cuanto menor testosterona tengas (o muestres que tengas, o sea, más a la derecha estés del gráfico). 

¿Eres un pagafantas y te preguntas si hay esperanza?

Puede ser... aunque el nivel de testosterona que define los marcadores más fiables (tamaño y forma de los huesos) ocurren en la pubertad. Sin embargo, niveles altos de testosterona pueden reconocerse mediante la masa muscular, la distribución de grasa en el cuerpo, vello corporal e incluso el olor, así que aún hay esperanza después de la pubertad.

Hay algunas formas de incrementar el nivel de testosterona, aunque para elegir una de ellas tienes que primero plantearte qué líneas estás dispuesto a cruzar. Veamos algunas de ellas:
  • Medicación: Hay tratamientos hormonales orales e incluso de geles que se absorben a través de la piel que incrementan los niveles de testosterona e incluso cambian la fisionomía. Aunque este tipo de tratamientos deben ir siempre acompañados de receta y supervisión médica, así que no creo que haya que ir tan lejos para curar el pagafantismo
  • Toxoplasmosis: El Toxoplasma gondii es un parásito intestinal de los mamíferos cuya infección puede venir acompañada de cambios en el comportamiento que parece que están asociados a un incremento en los niveles de testoterona. Sin embargo, no creo que sea la mejor forma de curar el pagafantismo (por favor, no seáis idiotas y no toméis esta opción en serio o seréis dignos candidatos a un premio Darwin).
  • Ve porno: Los vídeos eróticos han demostrado aumentar los niveles de testosterona en jugadores de rugby. El mismo efecto se consiguió con videos agresivos, pero entre la lucha libre y el porno, tienes donde elegir. De esto no voy a poner vídeo ni fotos en este artículo.
  • Habla con una chica joven: Esto también aumenta el nivel de testosterona, aunque si eres un pagafantas es porque eso es lo ÚNICO que haces, así que yo que tú probaría también otra de las vía que hemos mencionado anteriormente (salvo lo de la toxoplasmosis, recuerda que eso era sólo curiosidad científica y una broma...).
Además de todo esto, también podéis dejar de leer artículos en blogs sobre como dejar de ser un pagafantas aumentando vuestros niveles hormonales y directamente hablar con la chica. Es más directo, seguramente dolerá, pero por lo menos no te pasarás un par de meses haciendo ejercicio, viendo porno o en el peor de los casos, haciendo la instrucción militar y pagando el crédito de tu nuevo Ferrari (además de pagando Fantas mientras ella se va con otro).

Además, la testosterona compromete es un inmunodepresor, por lo que te bajarán las defensas y puede que caigas enfermo. Si sueles tener problemas de salud, no es una buena idea. Por eso mismo la testosterona es un indicador fiable, ya que sólo aquellos con un buen sistema inmune pueden permitirse grandes cantidades de inmunodepresores (testosterona y estrógenos en el caso de las mujeres) y no caer enfermos, lo que se cargaría tu simetría facial y la uniformidad de la piel.

En el siguiente artículo veremos un poco más en detalle qué efectos tienen unos niveles altos de testosterona en la personalidad.


ResearchBlogging.org Johnston, V., Hagel, R., Franklin, M., Fink, B., & Grammer, K. (2001). Male facial attractiveness: evidence for hormone-mediated adaptive design Evolution and Human Behavior, 22 (4), 251-267 DOI: 10.1016/S1090-5138(01)00066-6

lunes, 16 de enero de 2012

¿Por qué los iPhones, los Ferraris y los coches de bebés son tan caros?

Hace ya unos meses que en mis posts hablo de "psicología evolucionista", pero aún no he llegado a explicar qué significa esta disciplina que tiene unos pocos años y que revolucionará las próximas décadas de campos tan dispares como la publicidad, la educación o la política (aunque como pudisteis leer en la serie "El cavernícola que votará por ti en 20N (1, 2, 3, 4 y 5)", este último campo ya está utilizándolo).

La psicología evolucionista surge, por un lado, por la limitación de la psicología convencional de explicar el comportamiento humano, ya que para muchos de los campos de la psicología convencional la explicación de un fenómeno del comportamiento humano empieza y termina con la descripción del mismo. Sabemos por ejemplo que existe la ansiedad al extraño en niños a partir de los 8 meses, pero la psicología no explica por qué.

Por otra parte, los continuos avances en campos tan diversos como la computación, la genética (tanto en su funcionamiento como en el procesamiento de genomas actuales y pasados), la arqueología, etología (en especial la primatología), biología, paleoecología, neurociencia, análisis químicos y de diferentes isótopos de restos arqueológicos y muchas otras ramas han hecho posible que podamos entender mucho mejor dos conceptos muy importantes:

  1. El comportamiento humano y el cerebro, como artífice del mismo, no es un órgano de propósito general, sino que han sido creados como adaptaciones evolutivas para salvar presiones del entorno concretas en el que se desarrollaron (que podían ser tanto aprovecharse de una situación para mejorar las posibilidades de supervivencia y número de su descendencia como evitar un peligro). 
  2. Estas adaptaciones evolutivas sólo se pueden llevar a cabo en un espacio temporal amplio de varios miles de generaciones, lo que implica que el entorno en el que aparecieron es muy diferente al que vivimos ahora mismo.
Así pues, donde la psicología al uso describiría la ansiedad al extraño de los bebés, la psicología evolucionista propone explicar por qué surgió este mecanismo poniéndonos en el lugar y tiempo en el que surgió este mecanismo. Para ello, como ya hemos hecho en algún artículo anterior, debemos viajar al África subtropical del pleistoceno y pensar cómo este comportamiento permitiría mejorar la supervivencia del bebé en una edad en la que empieza a gatear y es más probable que se encuentre con extraños.

¿Y esto qué tiene que ver con los iPhones, los Ferraris y los cochecitos de bebés?

En realidad, tiene todo que ver, pero para llegar allí, tenemos que ir por partes. La primera nos la da la antropología con un modelo para entender el comportamiento humano llamado modelo de señalización (signaling). Todos nosotros somos unos atención-olicos, unos adictos a la atención, pero ¿a la atención de quien? 

Nuestro comportamiento está diseñado para llamar la atención de aquellos que pueden darnos recursos limitados, o acceso a ellos. Además, lo hacemos de una forma inconsciente e instintiva. Un ejemplo es la llamada "solicitud parental discriminativa" y es la que explica por qué los niños buscan la atención de los padres mandando señales continuamente de salud, energía, condición física, mental, etc. El lado oscuro de este fenómeno es que durante nuestra evolución, en momentos de escasez los padres debían elegir a qué hijo destinar los recursos, así que aquel que daba signos de tener más posibilidades de sobrevivir, era el que recibía los recursos dejando al resto a su suerte. 

Lo mismo ocurre con nuestros jefes (que son los que nos conceden las promociones de puesto y las nóminas mensuales), nuestros propios hijos (a los cuales queremos convencer de que somos padres perfectos), con los familiares cercanos y amigos (que pueden ayudarnos en caso de necesidad o en caso de éxito suyo, pueden ofrecernos una posición mejor a la que tenemos), y por supuesto, con posibles parejas reproductivas

¿Y cómo llamamos la atención?

Eso depende muy mucho de a quién quieras conquistar, pero usualmente suele haber cuatro grandes aspectos sobre los que llamar la atención:
  • Poder económico: disponibilidad de dinero, tiempo, posesiones, etc.
  • Poder social: Cuál es tu posición en tu grupo de amigos y el poder de estos. 
  • Salud física: Marcadores de belleza y sexuales.
  • Salud mental: Rasgos de la personalidad (los cinco grandes) e inteligencia (G).


Para poder "fardar" de cualquiera de estos cuatro aspectos, los seres humanos realizamos comportamientos de manera inconsciente que muestran "como de sobrados" vamos de cada una de estas facetas. Claro está que no todo el mundo puede mandar señales de todo, ya que cada una de estas cosas por separado es muy costosa y muy pocas personas pueden permitirse ese derroche de energía y recursos. Por ello, cada persona elegirá aquellos puntos en los que sepa que tiene puntos fuertes y los desarrollará de las maneras más extravagantes posibles con el fin de mostrar que su condición es tan buena que puede permitirse el lujo de derrochar ese tipo de señales. 

La buena (o mala) noticia es que antes, para mostrar tus habilidades musicales debías aprender a tocar un instrumento, saber cantar y la originalidad de saber componer una canción para alguien a quien quieres impresionar. Ahora no hace falta. Puedes comprar un par de entradas para los Red Hot Chilli Peppers por unos cientos de Euros para que canten para tu novia (junto con otros miles de personas).

¿Qué nos está diciendo alguien que tiene un Ferrari? 



Nos está diciendo que tiene el dinero (poder económico) suficiente como para poder permitirse comprarse y mantener un coche de esa gama, además de la coordinación y reflejos (inteligencia y salud física) necesarios como para poder conducirlo. Además, nos hablaría también de su personalidad, pero para ello necesitamos hablar antes de los rasgos de personalidad. Os presento a los 5 Grandes (Big Five): 




Los Cinco Grandes (6 si contamos también a la inteligencia entre ellos) son los cinco grandes rasgos de la personalidad que se han identificado, probado y utilizado desde hace años en psicología y que se ha comprobado que: 
  • Varían mínimamente a lo largo de toda la vida
  • Son heredables
  • Los humanos tenemos una capacidad innata para poder evaluar cada uno de estos rasgos en cualquier persona con unos pocos minutos de conversación (e incluso escuchando una selección musical sin necesidad de ver o hablar con esa persona).

¿Queréis saber cual es vuestro perfil? Podéis hacer un simple test de 10 preguntas y os dará una puntuación bastante aproximada de vuestra personalidad. Podéis imprimir este gráfico y pintar sobre él vuestra puntuación, teniendo en cuenta que el 0 es la línea púrpura y que las zonas rojas son desórdenes de la personalidad que no se dan en personas equilibradas y sanas. Dependiendo del test, aparecerá Estabilidad o Neuroticismo. Una es opuesta a la otra. Yo he utilizado para el gráfico el positivo para que sean iguales. La G, es la inteligencia, donde la media de la población estaría en el centro (IQ-100).

Así pues, hemos evolucionado para evaluar y lanzar señales sobre estos rasgos de personalidad y es más, estamos predispuestos a juntarnos con aquellas personas que presenten rasgos de personalidad similares a los nuestros. En el próximo artículo hablaré de la biología de cada uno de estos rasgos y qué más nos pueden decir de la persona, pero por ahora nos quedaremos con este diagrama. 

Ahora, de nuevo. ¿Qué nos está diciendo el conductor de un Ferrari de su personalidad?

  • Nos está diciendo, además del dinero, que es extrovertido, ya que el coche es un señalizador muy llamativo y no tiene vergüenza en enseñarlo. 
  • Además, nos muestra también una baja amabilidad, ya que pudiendo haber elegido un modelo de bajo consumo, un híbrido o un modo de transporte público, se mueve en un coche que consume cantidades ingentes de combustible, aumentando la contaminación y en detrimento del medio ambiente.
  • Responsabilidad, ya que un coche así hay que tenerlo bien limpio, sin rasguños y en perfectas condiciones.

¿Y alguien con un iPhone que nos dice?

Si pensamos en el chaval de 17 años que está en la discoteca y que saca el iPhone para dejarlo encima de la mesa esperando a que las chicas lo vean, nos dice que:
  • Tiene dinero suficiente como para permitirse comprar un iPhone (aunque las ofertas de las compañías regalando este tipo de teléfonos se están cargando la fiabilidad de este señalizador). 
  • Además, está diciendo que es lo suficientemente inteligente como para saber manejarlo. 
  • Apple también se ha posicionado como marca de referencia de diseñadores gráficos y artistas digitales, por lo que si posees algo de esta marca también estás haciendo gala de tu "apertura" y creatividad
  • Además, si consigues que no se te caiga al suelo, que no te lo roben o no dejártelo olvidado en ningún bar de marcha hasta el momento de poder enseñarlo, también estás mostrando una alta responsabilidad

¿Vais viendo por qué la gente quiere pagar tanto dinero por un iPhone? 

La mala noticia es que todos estos rasgos puedes mostrarlos de una manera más eficaz con 10 minutos de conversación, pero no se lo digáis a nadie que se haya gastado 600€ en un aparato que vale 150 de fabricar (a no ser que queráis amargarle el día). 

¿Podrías conseguir el mismo (o mejor) efecto con unas botas o una camiseta que has pintado tu mismo? Seguramente sí. Si estás echando en falta la señalización del "dinero", plantéate si de verdad quieres gastar energía y recursos con alguien que da más importancia a ese marcador que a tu inteligencia, responsabilidad y creatividad. Estas las tendrás toda tu vida, el dinero no está tan claro...

¿Y los carritos de los bebés?

De nuevo hay que pensar quién quiere el comprador que reciba las señales y qué señales quiere mandar. ¿Qué nos está diciendo un vendedor cuando nos enseña dos sillas para el coche y nos dice que una es más segura que la otra (pero por supuesto mucho más cara)? Nos está diciendo: 

"Sabes que si eliges la barata y menos segura, tu mujer y futura madre de tu hijo (que está aquí delante) va a dudar de que vayas a ser un buen padre, ya que sacrificas la seguridad de tu hijo por unos pocos cientos de Euros". 


¿Y qué haces? Pues derrochas, por un lado dinero, mostrando que no te falta (indicador muy importante para una futura madre), y por otro responsabilidad, una cualidad esencial que buscará cualquier futura madre en el padre de su hijo. 

Así pues, el vendedor está contento porque ha hecho la venta de la semana, tu estás contento porque has mostrado que gran padrazo vas a ser, "porque la seguridad de tu hijo es lo más importante", y tu mujer vuelve a casa convencida de que su marido va a ser un padre ejemplar. 

Pero de nuevo la pregunta de antes... ¿Podríamos haber conseguido este efecto de señalización de una forma más eficiente y sin derrochar medio sueldo en una silla "ligeramente" superior? Supongo que cada caso es un mundo (como diría el vendedor de sillitas de bebés), pero hay que saber cuando estamos haciendo una compra racional y una compra derrochadora con un objetivo señalizador. De todas formas, en este caso hay muy pocas personas que se arriesguen a parecer un mal padre y encima tacaño, por lo que el negocio aquí es casi seguro.

Ahora os dejo un ejercicio hasta el siguiente artículo (que será más técnico y en el que hablaré más en profundidad de las 5 Grandes y lo que cada una implica). 

¿Cuántas de las compras que habéis hecho en la última semana han sido racionales y cuantas han sido un derroche con el fin incosciente de señalizar? 

¿Habría habido una compra alternativa de menor coste que hubiese señalizado mejor vuestra personalidad?

miércoles, 4 de enero de 2012

¿Es esta la sociedad que queremos?

Para empezar, os dejo aquí un vídeo que merece ser tomado con toda la atención. Se trata de Iain McGilchrist, el autor del libro "El Maestro y el Emisario", en el que nos explica la biología de la asimetría del cerebro, tanto anatómica como funcional, así como la relación entre ellos. Vamos a ver el vídeo:


En el libro nos habla de una historia de Nietzsche relacionándola con los dos hemisferios cerebrales. La historia cuenta la vida de un maestro que es el líder de un reino. Es devoto de sus siervos y les trata bien. Sin embargo, le va dejando poco a poco las funciones del gobierno a un emisario, el cual empieza a tomar el control y al final acaba por creerse él mismo el maestro. Para McGilchrist esto es lo que ha ocurrido con la sociedad en la que vivimos favoreciendo comportamientos centrados en el hemisferio izquierdo dejando al derecho sin poder.

Esto enlaza a su vez con varias noticias y varios libros que han surgido últimamente en los que se cuenta como durante los últimos años se han fomentado los comportamientos, actitudes y contrataciones en puestos de alto nivel de personas con tendencias psicópatas. ¿Es esta la sociedad que queremos, en la que este tipo de comportamientos se premia con puestos de directivo en rascacielos y grandes despachos?

También he tenido el placer de leer recientemente el libro de Geoffrey Miller "Must Have (Spent)". En él se explican las bases que da la psicología evolucionista y la antropología del consumismo extremo que define la sociedad en la que vivimos.

Nos ayuda a entender por qué para poder comprarnos unas zapatillas molonas tenemos que pasar 15 años de nuestra vida separados de nuestros padres 8 horas al día realizando tareas no intuitivas y aprendiendo conceptos abstractos que rara vez utilizaremos. Vivimos a varios kilómetros de nuestra familia a la que vemos unas veces al mes sólo durante unas horas, cogemos el autobús, el metro o el coche durante más de una hora para ir a un lugar donde durante al menos 8 horas al día realizamos tareas repetitivas y poco naturales para terminar yendo al supermercado para coger una lata de verduras y una bandeja de celofán de carne para acabar cocinándolo junto a tu pareja y si hay fuerzas, tener sexo utilizando un montón de métodos anticonceptivos para controlar el número de hijos que tenemos... Todo para poder pagarnos unas zapatillas de 120€.

¿Es esto para lo que el Homo Sapiens Sapiens está hecho?

Somos el primate más social que existe, pero no porque queramos, sino porque nos da placer ser sociables, nos gusta, nos relaja, lo necesitamos. Al igual que estamos diseñados para ser sociables, estamos también diseñados para ser felices realizando unas tareas que durante millones de años han hecho posible que lleguemos a donde hemos llegado.

Al final del libro hay unos ejercicios muy interesantes, entre ellos hay uno que me ha llamado mucho la atención, ya que tiene mucho que ver con lo que escribí sobre las mochilas de los bebés. Os lo traduzco a continuación:

El test de la vida natural
 Este test cuantifica como de parecida es tu vida actual con la que vivían nuestros ancestros. Anota honestamente cuántas veces has hecho cada una de las cosas que aparecen a continuación en el último mes:
  • Acunar en tus brazos a un bebé hasta que se duerma
  • Inventar una historia y contársela a un niño
  • Sentir el calor del sol en la cara
  • Satisfacer el hambre con fruta fresca
  • Satisfacer la sed bebiendo agua fresca
  • Mostrar valor protegiendo a un niño de un peligro
  • Mostrar liderazgo y valentía en una emergencia
  • Compartir una comida con padres, hermanos y otros familiares
  • Cotillear con un viejo amigo
  • Hacer un nuevo amigo
  • Hacer algo bonito y regalárselo a alguien
  • Arreglar algo que estaba roto
  • Mejorar una habilidad a través de la dedicación y la práctica
  • Aprender algo nuevo sobre un animal o planta que vive cerca de ti
  • Cambiar tu punto de vista sobre algo basándote en nuevas evidencias
  • Seguir el consejo de una persona mayor
  • Enseñar una habilidad útil, un arte encantador o un hecho interesante a alguien más joven
  • Acariciar un animal peludo, como un perro, un gato o un mono
  • Trabajar la madera, la tierra, el barro, la piedra o la tela con las manos
  • Reconfortar a un moribundo
  • Andar en una colina y sobre un riachuelo
  • Identificar un pájaro por su canto
  • Jugar un papel crucial en un ritual, festival, obra o fiesta 
  • Jugar en un deporte en equipo
  • Hacer un esfuerzo físico para conseguir un objetivo común con otros
  • Mantener contacto visual con alguien para mostrarle tu afecto
  • Recriminar a alguien que se ha comportado indebidamente, por el bien común
  • Resolver un conflicto utilizando el humor, el autocontrol emocional y la empatía social
  • Cantar, bailar o tocar instrumentos con un grupo de amigos
  •  Hacer reír a carcajadas a los amigos
  • Llegar al orgasmo a la vez con tu amante
  • Experimentar una belleza tal que te ponga los pelos de punta
  • Experimentar un océano de sensaciones de unidad con el cosmos que te haga pensar "así es como debería sentirse la iglesia"
  • Aplicar la Regla de Oro ayudando a alguien que lo necesite
  • Calentarte por la noche al fuego mirando las estrellas
Si la suma de todos ellos es menor que 100 y no eres feliz, deberías escribir un ensayo de 500 palabras sobre como esperas que tu vida sea feliz o llena de sentido si no estas haciendo nada importante por los demás o alimentando tu cerebro con experiencias para las que la evolución ha hecho que las encuentre importantes y valiosas.

Además de una visión muy interesante de la psicología evolucionista aplicada al marketing y a la sociedad consumista en la que vivimos, el libro es bastante activista y dedica los últimos capítulos a dar unas ideas (quizás algunas de ellas utópicas) sobre como mejorar el mundo en el que vivimos utilizando lo que sabemos de antropología. 

Tanto del libro de "El maestro y el Emisario" como del de G. Miller quería escribir más en detalle, pero he querido hacer este artículo antes de Reyes, ya que entre tantas compras y más compras, a veces se nos olvida que lo importante es ser felices y no comprar por comprar

¿Es esta sociedad la que queremos o vamos a cambiarla?