¿La selección sexual no es lo mismo que la selección natural?
Ni mucho menos. La selección natural es un proceso por el cual los organismos más aptos sobreviven y los menos aptos directamente no sobreviven. Los procesos de selección natural son especialmente visibles cuando hay una presión del entorno letal para estos organismos, como puede ser un cambio ambiental, en los depredadores o en los recursos disponibles. Aquellos que se adapten mejor a las nuevas condiciones, sobrevivirán, y el resto se extinguirá.
La selección sexual es algo más complejo (el sexo nunca fue fácil, incluso sobre el papel). La selección sexual, concepto que también introdujo Darwin en El Origen de las Especies y desasarrolló más en profundidad en El Origen del Hombre, se da cuando de entre los organismos que han sobrevivido a la selección natural, las hembras (y en muy pocas ocasiones, como en los humanos, también los machos) deben elegir con quien quieren tener descendencia.
¿Por qué (casi) siempre eligen ellas?
La reproducción sexual es un gran invento. Nos permite minimizar las mutaciones potencialmente letales que se producen en cada generación (hay estudios que estiman que cada nueva combinación de ovulo+espermatozoide tiene 1,6 mutaciones potencialmente letales, lo que se minimizaría al desarrollarse sólo los embriones con combinaciones viables).
Pero para los machos la tarea es mucho más fácil que para las hembras. Un macho después de la cópula puede seguir fecundando otras hembras, sin embargo, la hembra después de la fecundación debe gastar mucho tiempo y energía en crear, desarrollar, criar y cuidar a su descendencia, muchas veces sin la ayuda del macho. ¿Y si durante ese tiempo aparece un macho mejor que el padre de sus hijos? Es un problema, porque ha desperdiciado mucho tiempo y energía en un macho que no era el óptimo. Por ello la selección sexual suelen dirigirla las hembras.
¿Y como se las apañan las hembras para seleccionar a los mejores machos?
Antes de imaginarnos a Rubalcaba y a Rajoy con una cola de pavo real pegada al culo bailando danzas de cortejo en los mítines (puede que al final de este artículo lleguéis a ese nivel), vamos a ver tres conceptos interesantes de la selección sexual.
El primero de ellos es el condicionamiento sensorial. Esta teoría lo que nos expone es que los rasgos sexuales exhibidos por los machos están diseñados para excitar los sentidos de las hembras. Esto tiene bastante sentido, ya que si lo que quieres es anunciar que eres el mejor, debes hacerlo en el idioma que entiendan las hembras de tu especie.
Si eres un pavo real, deberás cantar en la frecuencia que escuchen las hembras de tu especie. Si no, imagínate que cantas en un tono tan bajo que las pavas (reales) no lo pueden escuchar. Podrás ser muy popular entre las elefantas o las ballenas y disfrutaras de una vida sexual no al alcance de muchos pavos reales, pero tus genes se extinguirán y tu voz de Barry White no pasará a ningún descendiente (aún no se han documentados casos de hibridación tan extrema, a excepción del gallifante).
Foto: Frikipedia
Esta descendencia tendrá tu cola coloreada, pero además, al ser hijos de hembras que han elegido este rasgo, también las hembras de la siguiente generación tienen los genes que les harán elegir a machos con colas coloreadas (como hizo su madre con su padre) en lugar a los que no tienen color. Esto da como resultado que generación tras generación las hembras eligen a los machos con mayores y más coloridas colas, y resultando a los largo de varios millones de años en adornos extravagantes y exagerados.
Foto: Wikipedia
Después de esta clase acelerada de selección sexual (en otro artículo utilizaremos todo esto para ver por qué la gente compra iPhones a 700€ cuando fabricarlos cuesta menos de 200$), vamos a ver como el comportamiento de los partidos políticos se puede explicar bajo estos tres conceptos.
Vamos a ver a los partidos como los "machos", ya que son los que compiten por eser elegidos. Los votantes seremos las hembras o electores (lo siento chicos, pero es el momento de ponernos rimel y falda por unos instantes). El resultado de la elección, la descendencia, es un país gobernado durante 4 años por uno de los partidos que compiten en la selección y la nueva generación de hembras (votantes) tendrá que volver a elegir entre los nuevos partidos-machos (los mismo que ahora, pero 4 años después).
Como vemos, es un sistema poligámico: una decena de partidos se van a repartir casi 35 millones de electores, y gracias a que los electores de la siguiente legislatura están condicionados a votar a los partidos mayoritarios que salgan en esta por la conformidad social de de Asch que vimos en el artículo anterior, podemos (en principio) tener en cuenta como válida la trayectoria de escape de Fisher (los partidos resultantes utilizarán las técnicas que les han funcionado en la anterior legislatura y la masa está condicionada a votar a los partidos que han sido elegidos anteriormente).
Comencemos por el principio
¿Cumplen los partidos políticos en condicionamiento sensorial?
¿Cumplen los partidos políticos en condicionamiento sensorial?
Por supuesto, pero ellos no lo llaman así. Los términos que utilizan son "segmentación" y "targets". ¿Tendría sentido que un pavo real gastase energía en desarrollar unas plumas que reflejan la luz en unas frecuencias que las pavas (reales de nuevo) no pudiesen ver? Por la misma lógica, los partidos políticos van a emitir mensajes que los electores son más propensos a escuchar. Ojo aquí, ya que he utilizado una palabra muy peligrosa.
¿Son todos los ciudadanos electores?
NO
Los mensajes políticos no irán dirigidos a personas que no pueden votar. Como podréis comprobar, los mensajes van dirigidos a personas con nacionalidad española mayores de edad. ¿Pueden votar los menores de edad? De momento no, así que ¿Para qué prometer más horas de recreo o espacios en la televisión con más dibujos animados? Sin embargo, sólo los mayores de edad pueden fumar, trabajar, tener empresas, tener pensión, etc., por lo que es de esperar mensajes que estén destinados a este segmento.
Tampoco veremos promesas dirigidas a las poblaciones inmigrantes, que no pueden votar. Si lo están, será porque realmente están dirigidos a personas en contacto directo con inmigrantes o sensibilizadas con la igualdad y los derechos humanos, no a los propios inmigrantes. No veréis muchas promesas de clases de árabe en las escuelas, ni de facilitar los permisos de residencia, ni las reagrupaciones familiares... más bien lo contrario, ya que sólo nos ciudadanos españoles pueden votar, y por lo tanto lanzarán mensajes que mejoren las condiciones de este segmento poblacional aunque sea recortando los derechos de otros.
También podemos bajar un poco a condicionamientos a nivel cognitivo. La región del Fusiform Gyrus es un área del cerebro especializada en reconocer caras humanas. Si tenemos un área del cerebro dedicada a eso, es de esperar que haya un condicionamiento sensorial (como vimos en un artículo anterior) y que este sea utilizado estampando caras en toda publicidad política que encontremos. ¿Me alejo mucho de la realidad? ¿Habéis encontrado algún cartel electoral en el que no se vea ninguna cara? Hay muy pocos.
Hace unas semanas hablamos también como el tipo de argumentación utilizada podía ser un tipo de condicionamiento sensorial para personas que presentasen un Anterior Cingulate Cortex o una Amigdala derecha más desarrolladas. O incluso palabras y expresiones que pudimos escuchar en el debate televisado entre los dos principales candidatos como "capitalismo", "trabajadores", "confianza", "derechos", "como dios manda", "derechos", "militarismo", etc. son utilizadas para provocar reacciones en votantes de una u otra ideología sin interesarse por convencer a los de otra distinta (cantan para su público).
Tampoco tengo que hablaros de colores a estas alturas. Sería una tontería utilizar colores ultravioletas o infrarrojos en los carteles. Más bien, son todo colores saturados y primarios (azul, rojo, verde...) lo que encontramos como fondo de cualquier cartel, bandera o folleto que nos encontramos.
Foto: PSOE Cantabria
Podríamos estar horas hablando de condicionamiento sensorial en campaña electoral, pero...
¿Qué hay de la trayectoria de escape de Fish?
Esto puede ocurrir también con las ideologías. Los partidos de izquierdas, de derechas o nacionalistas que hayan ganado en varias legislaturas van a tender a utilizar esos argumentos como bandera y pueden radicalizarse en sus argumentos y programas electorales.
¿Y la teoría del handicap de Zahavi?
Foto: Partido Popular
Todo ello conlleva una gran organización y gestión de unos presupuesto de campaña de varios millones de €. Ahora una pregunta:
¿Si tuvieses que elegir a un equipo para gobernar un país de 1,41 trillones de dolares, a quién elegirías?
¿A un partido con experiencia en gestionar grandes campañas y presupuestos?
¿O a un partido nuevo, que hace los mítines en polideportivos de pueblo con sillas de madera y con un megáfono de mano?
El (a primera vista) excesivo y exagerado gasto de las campañas electorales de los partidos se comportan como un rasgo sexual de handicap que nos muestra su capacidad de gestión y organización que heredará su herencia (un gobierno gestionado por ellos) si sale elegido ganador.
Otro ejemplo: ¿Por qué gastar millones de € en diseños de campañas de marketing electoral e imagen? Porque los electores inconscientemente piensan que si un partido tiene los recursos o habilidad para venderse mejor que otros, su futuro gobierno también heredará esa habilidad de venderse mejor hacia el exterior.
Después de todo esto, creo que nos hemos hecho ya con una visión bastante amplia de cómo los partidos políticos se comportan de la misma forma que lo hacen los organismos en situaciones de selección sexual. ¿O quizás deberíamos hablar simplemente de selección?
Con este termino la serie de artículos de neurociencia, neuromarketing y antropología dedicados a la política. Espero que os hayan gustado, y sobre todo que después de toda esta ración de ciencia, dentro de una semana podáis votar lo que elijáis, pero sobre todo...
...votar más libremente y menos condicionados por el neuromarketing y publicidad electoral.
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