martes, 26 de febrero de 2013

Mis resultados del Genographic Project

Hoy me ha pasado un compañero un artículo muy bueno que explica la genética, herencia, genotipos, fenotipos, etc. con Game of Thrones. Esto me sirve también de introducción a otra noticia genética que he recibido hoy... los resultado del Genographic Project. Llevaba ya muchos años siguiendo el proyecto  y estas navidades me encontré con el kit de extracción de ADN de regalo. Tiene esta pinta:



Contiene dos raspadores, los tubos de envío para conservar el ADN, instrucciones, un sobre de envío, material divulgativo del proyecto y una contraseña para ver tus resultados en la web.

Hay que decir que hace poco el proyecto pasó a una nueva fase con nueva tecnología desarrollada por el propio proyecto y la secuenciación y análisis de la línea materna y paterna en la misma muestra, además de miles de SNP (polimorfismos de un solo nucleótido) para hacer comparaciones con poblaciones.

Así pues, después de dos meses y pasar los pasos de secuenciación, análisis y calidad, los resultados son los siguientes. El Genographic project te permite exportar tus resultados de forma pública de la siguiente forma (hacer click para ver más grande):


Sin embargo, en la página del proyecto dan más información, sobre todo de las lineas maternas y paternas. Por un lado mi linea materna, obtenida por medio del ADN mitocondrial heredado 100% de mi madre es el siguiente:

Pertenezco al haplotipo U8b1 con la siguiente ruta migratoria:


En la actualidad este haplogrupo se reparte geograficamente de la siguiente manera (cuanto más rojo, más cercanos a la madre de la madre de la madre... de mi madre):



Sin embargo, mi haplotipo paterno, extraído del cromosoma Y, es aún más interesante (I-F2642):



Como veis, este haplotipo no tiene representación en el sur de España, que es de donde viene la rama genealógica cercana de mi padre, al menos en las 3 generaciones a las que he podido tener conocimiento.

Esto con respecto a las lineas maternas y paternas. Pero este proyecto también utiliza miles de mutaciones de un solo nucleótido características de poblaciones humanas para determinar tu similitud con unas u otras. En primer lugar aparece como referencia la población alemana, y en segundo la ibérica, con sus correspondientes mezclas mediterráneas, europeas y asiáticas. 

Como habéis visto, también ha sacado que soy 2.9% neanderthal (y un 0.4% residual denisovan, seguramente por la relación denisovan-neanderthal, más que por hibridación directa). 

De momento, esto es lo que puedo decir... Tengo pendiente cuando tenga tiempo (seguramente en verano, después de los exámenes), bajarme los datos de mi análisis genético y meterlos en otras herramientas que hay gratuitas para hacer mis propios análisis con diferentes poblaciones, a ver qué sale. 

domingo, 3 de febrero de 2013

¿Es bueno prohibir internet en una empresa?

Hace unos años, cuando tenía mi empresa, me encontré en una situación: ¿Hasta qué punto debo permitir a mis trabajadores usar internet libremente? Esta es la misma en la que se encuentran muchas empresas, especialmente aquellas con trabajadores que se pasan el día delante del ordenador y que su el desempeño de su trabajo requiere estar buscando en internet. Estoy hablando de desarrolladores, programadores, artistas, administradores de sistemas...

Hoy en día desempeñar uno de estos trabajos sin poder consultar en internet es mucho más complicado y costoso, sin embargo hay una fina línea entre trabajar y curiosear o pasar el rato. Por ello muchas empresas, sobre todo después de leer estudios como este, optan por prohibir el acceso a determinados sitios, monitorizar lo que ven sus trabajadores e incluso cortar la conexión a determinados dominios.

Esto, además de ser una tentación, aumenta el nivel de estrés de los trabajadores, sobre todo si conocen un poco de redes y saben que cualquier inocente página puede tener conexiones con APIs que no ves, pero que está haciendo decenas de peticiones a Facebook, Twitter, Google, Tuenti, etc. y que aparecerán en los registros de la empresa como que te has conectado a ellas sin ni siquiera haber hecho un click a nada en la página (que seguramente has visitado intentando encontrar la solución a un problema de tu propio trabajo).

¿Es bueno prohibir internet en el trabajo? Según un artículo publicado en PLOS ONE estas medidas tienen como efecto la disminución de la productividad.

La hipótesis del estudio se basa en la visión de la concentración como un recurso limitado que ya vimos en otro artículo en este blog. El experimento que puso en práctica confirma esta hipótesis. Los voluntarios a los que hicieron realizar una tarea en la que podían o no pulsar un botón para ver un vídeo (que tenían prohibido ver) tuvieron una peor puntuación que aquellos a los se les puso el vídeo directamente antes de la tarea y no tenían ninguna tentación.

Una de las limitaciones que el propio artículo comenta es que  la tarea a la que se sometió al grupo de estudio fue nueva y de altos requirimientos de concentración, y que este no tiene por que una tarea tipo, ya que hay trabajos con tareas repetitivas y poco exigentes.

¿Qué hacer entonces con internet en el trabajo? Mi opinión es que depende del trabajo y de la persona. En mi empresa no poníamos restricciones al uso de internet, pero también es verdad que había momentos y personas (sólo recuerdo una vez, de hecho) a las que tuve que llamar la atención en momentos concretos y no pasó a mayores.

Habrá que ver si los empresarios que leen los informes de los miles de euros que se "pierden" por el tiempo que está la gente en internet leen también artículos científicos como este en el que se utilizan hipótesis basadas en teorías cognitivas y se comprueban con experimentos para llegar a conclusiones mucho más interesantes que "sumar minutos en internet". Como ya he dicho antes, todo depende del tipo de trabajo, la situación y la persona en concreto. El café para todos no es bueno, ni en un sentido ni en el otro.


Abstract:
To encourage worker productivity, companies routinely adopt policies requiring employees to delay gratification. For example, offices might prohibit use of the internet for personal purposes during regular business hours. Recent work in social psychology, however, suggests that using willpower to delay gratification can negatively impact performance. We report data from an experiment where subjects in a Willpower Treatment are asked to resist the temptation to join others in watching a humorous video for 10 minutes. In relation to a baseline treatment that does not require willpower, we show that resisting this temptation detrimentally impacts economic productivity on a subsequent task.


ResearchBlogging.orgBucciol, A., Houser, D., & Piovesan, M. (2013). Temptation at Work PLoS ONE, 8 (1) DOI: 10.1371/journal.pone.0053713