Hace unos años, cuando tenía mi empresa, me encontré en una situación: ¿Hasta qué punto debo permitir a mis trabajadores usar internet libremente? Esta es la misma en la que se encuentran muchas empresas, especialmente aquellas con trabajadores que se pasan el día delante del ordenador y que su el desempeño de su trabajo requiere estar buscando en internet. Estoy hablando de desarrolladores, programadores, artistas, administradores de sistemas...
Hoy en día desempeñar uno de estos trabajos sin poder consultar en internet es mucho más complicado y costoso, sin embargo hay una fina línea entre trabajar y curiosear o pasar el rato. Por ello muchas empresas, sobre todo después de leer estudios como este, optan por prohibir el acceso a determinados sitios, monitorizar lo que ven sus trabajadores e incluso cortar la conexión a determinados dominios.
Esto, además de ser una tentación, aumenta el nivel de estrés de los trabajadores, sobre todo si conocen un poco de redes y saben que cualquier inocente página puede tener conexiones con APIs que no ves, pero que está haciendo decenas de peticiones a Facebook, Twitter, Google, Tuenti, etc. y que aparecerán en los registros de la empresa como que te has conectado a ellas sin ni siquiera haber hecho un click a nada en la página (que seguramente has visitado intentando encontrar la solución a un problema de tu propio trabajo).
¿Es bueno prohibir internet en el trabajo? Según un artículo publicado en PLOS ONE estas medidas tienen como efecto la disminución de la productividad.
La hipótesis del estudio se basa en la visión de la concentración como un recurso limitado que ya vimos en otro artículo en este blog. El experimento que puso en práctica confirma esta hipótesis. Los voluntarios a los que hicieron realizar una tarea en la que podían o no pulsar un botón para ver un vídeo (que tenían prohibido ver) tuvieron una peor puntuación que aquellos a los se les puso el vídeo directamente antes de la tarea y no tenían ninguna tentación.
Una de las limitaciones que el propio artículo comenta es que la tarea a la que se sometió al grupo de estudio fue nueva y de altos requirimientos de concentración, y que este no tiene por que una tarea tipo, ya que hay trabajos con tareas repetitivas y poco exigentes.
¿Qué hacer entonces con internet en el trabajo? Mi opinión es que depende del trabajo y de la persona. En mi empresa no poníamos restricciones al uso de internet, pero también es verdad que había momentos y personas (sólo recuerdo una vez, de hecho) a las que tuve que llamar la atención en momentos concretos y no pasó a mayores.
Habrá que ver si los empresarios que leen los informes de los miles de euros que se "pierden" por el tiempo que está la gente en internet leen también artículos científicos como este en el que se utilizan hipótesis basadas en teorías cognitivas y se comprueban con experimentos para llegar a conclusiones mucho más interesantes que "sumar minutos en internet". Como ya he dicho antes, todo depende del tipo de trabajo, la situación y la persona en concreto. El café para todos no es bueno, ni en un sentido ni en el otro.
Abstract:
To encourage worker productivity, companies routinely adopt policies requiring employees to delay gratification. For example, offices might prohibit use of the internet for personal purposes during regular business hours. Recent work in social psychology, however, suggests that using willpower to delay gratification can negatively impact performance. We report data from an experiment where subjects in a Willpower Treatment are asked to resist the temptation to join others in watching a humorous video for 10 minutes. In relation to a baseline treatment that does not require willpower, we show that resisting this temptation detrimentally impacts economic productivity on a subsequent task.
Bucciol, A., Houser, D., & Piovesan, M. (2013). Temptation at Work PLoS ONE, 8 (1) DOI: 10.1371/journal.pone.0053713Hoy en día desempeñar uno de estos trabajos sin poder consultar en internet es mucho más complicado y costoso, sin embargo hay una fina línea entre trabajar y curiosear o pasar el rato. Por ello muchas empresas, sobre todo después de leer estudios como este, optan por prohibir el acceso a determinados sitios, monitorizar lo que ven sus trabajadores e incluso cortar la conexión a determinados dominios.
Esto, además de ser una tentación, aumenta el nivel de estrés de los trabajadores, sobre todo si conocen un poco de redes y saben que cualquier inocente página puede tener conexiones con APIs que no ves, pero que está haciendo decenas de peticiones a Facebook, Twitter, Google, Tuenti, etc. y que aparecerán en los registros de la empresa como que te has conectado a ellas sin ni siquiera haber hecho un click a nada en la página (que seguramente has visitado intentando encontrar la solución a un problema de tu propio trabajo).
¿Es bueno prohibir internet en el trabajo? Según un artículo publicado en PLOS ONE estas medidas tienen como efecto la disminución de la productividad.
La hipótesis del estudio se basa en la visión de la concentración como un recurso limitado que ya vimos en otro artículo en este blog. El experimento que puso en práctica confirma esta hipótesis. Los voluntarios a los que hicieron realizar una tarea en la que podían o no pulsar un botón para ver un vídeo (que tenían prohibido ver) tuvieron una peor puntuación que aquellos a los se les puso el vídeo directamente antes de la tarea y no tenían ninguna tentación.
Una de las limitaciones que el propio artículo comenta es que la tarea a la que se sometió al grupo de estudio fue nueva y de altos requirimientos de concentración, y que este no tiene por que una tarea tipo, ya que hay trabajos con tareas repetitivas y poco exigentes.
¿Qué hacer entonces con internet en el trabajo? Mi opinión es que depende del trabajo y de la persona. En mi empresa no poníamos restricciones al uso de internet, pero también es verdad que había momentos y personas (sólo recuerdo una vez, de hecho) a las que tuve que llamar la atención en momentos concretos y no pasó a mayores.
Habrá que ver si los empresarios que leen los informes de los miles de euros que se "pierden" por el tiempo que está la gente en internet leen también artículos científicos como este en el que se utilizan hipótesis basadas en teorías cognitivas y se comprueban con experimentos para llegar a conclusiones mucho más interesantes que "sumar minutos en internet". Como ya he dicho antes, todo depende del tipo de trabajo, la situación y la persona en concreto. El café para todos no es bueno, ni en un sentido ni en el otro.
Abstract:
To encourage worker productivity, companies routinely adopt policies requiring employees to delay gratification. For example, offices might prohibit use of the internet for personal purposes during regular business hours. Recent work in social psychology, however, suggests that using willpower to delay gratification can negatively impact performance. We report data from an experiment where subjects in a Willpower Treatment are asked to resist the temptation to join others in watching a humorous video for 10 minutes. In relation to a baseline treatment that does not require willpower, we show that resisting this temptation detrimentally impacts economic productivity on a subsequent task.
Me parece muy interesante el tema. Donde yo trabajo tenemos internet. Desconozco si los informáticos "monitorizarán" lo que hacemos o lo que visitamos...Pero al final, es cuestión de responsabilidad personal hacer un buen uso de la herramienta que te han puesto...
ResponderEliminarGran artículo, internet es necesario en la empresa, y trabajar 8 horas seguidas sin desconexiones imposible.
ResponderEliminarNosotros nos basamos en otro baremo para esto, la productividad y el trabajo por objetivos, más que por tiempo.
De todos modos, hemos encontrado un programa que mide la productividad de los que trabajamos con ordenador. El programa mide el tiempo que utilizas cada aplicación, web, etc, y gracias a un coeficiente de productividad asignado a cada una, calcula tu perfil productivo en tiempo real, al cual puedes acceder para ver cómo has trabajado ese día. También puedes ver interrupciones, pausas, llamadas, reuniones... etc.
Al final se trata de que el trabajador sea consciente de lo que hace, cómo lo hace, y que aprenda a organizarse, y que las horas productivas diarias sean entre 6 y 7 está muy bien.
Por si alguien está interesado en el programa, se llama WorkMeter.