lunes, 30 de abril de 2012

¡Socorro, mi papá es un antropólogo!

Cuando tu vida se destina al estudio de la especie humana, hay muchos puntos en los que tienes que plantearte si un rasgo es individual, colectivo pero aprendido o es universal a todos los humanos y nacemos con él. Esto se puede llevar a cabo de las maneras más diversas, pero ninguna es fácil.

Puedes irte a algunas de las zonas más indómitas e inexploradas del planeta y encontrar una población que no haya tenido contacto con la civilización en los últimos miles de años, de forma que no pueda atribuirse un comportamiento o rasgo a una herencia cultural. Paul Ekman hizo esto mismo para investigar la universalidad de las expresiones de las emociones básicas en humanos, aunque hay muchos otros ejemplos en los que se ha utilizado esta metodología, como investigar ciertos rasgos del lenguaje, la música, la predilección por la mano derecha para manipular herramientas, las medidas de una mujer que resultan atractivas para un hombre...

También puedes hacer estudios con personas que no han podido tener acceso al estímulo que quieres investigar y por tanto, si lo muestran, es innato. Un ejemplo fue el experimento realizado por Konrad Lorenz en el 65 en el que demostró que el reconocimiento de la llamada materna por parte de los gansos recién nacidos (o eclosionados) no era algo que llevasen impreso en el cerebro como se pensaba hasta ese momento, sino que dependía del sonido que escuchaban mientras el pollo estaba en el huevo, incluídos los que hacía el propio polluelo dentro del huevo.

Un ganso mucho después de salir del huevo. Fuente: wikipedia.

¿Cómo lo hizo? Mediante una precisa cirugía (con efectos reversibles), hizo que algunos polluelos no pudiesen emitir ningún sonido durante su estado de incubación y los privó de cualquier otro sonido externo. En el momento de salir del huevo, estos polluelos, a diferencia de cualquier otro de su misma especie, no seguía la llamada de la gansa madre, con lo que se dedujo que era un comportamiento aprendido dependiente de un estimulo que llegaba en un determinado estado del desarrollo. Esta técnica es la que se utilizó también en los juegos paralímpicos para demostrar la universalidad de las expresiones faciales con atletas ciegos de nacimiento

Puedes buscar también pruebas de ese rasgo en otras especies relacionadas con el ser humano, como por ejemplo chimpancés, bonobos, gorilas o incluso orangutanes. Esto se ha utilizado por ejemplo en el estudio del desarrollo del lenguaje hablado o autónomo y viendo las similitudes que existen entre este y el de los otros simios.

Otra forma pueden ser los estudios de gemelos monocigóticos y heterocigóticos. Al haber compartido el mismo útero e infancia, se supone que han recibido los mismos estímulos, por lo que podemos eliminar mucho del ruido que podrían generar las diferencias de entorno durante las primeras etapas del desarrollo. Por ello, cualquier similitud significativamente mayor entre gemelos homocigóticos y hererocigóticos puede ser atribuída, al menos, a una predisposición genética y por tanto hereditaria y no aprendida. Esto se ha utilizado por ejemplo en el estudio sobre la heredabilidad de los rasgos de la personalidad, de la predisposición a ciertas enfermedades o la inteligencia.

Una forma diferente (y aquí es donde viene la chicha del artículo) es estudiar el desarrollo de ese rasgo en niños. El primero en hacerlo fue el propio Charles Darwin, como cuentan en este artículo. Según él, Darwin disfrutó de lo lindo viendo el desarrollo de sus 10 hijos e hijas, escribiendo durante 37 años un diario cuyas conclusiones publicó en su ensayo "A Biographical Sketch of an Infant" (podéis leerlo íntegramente aquí). En él habla de los reflejos de succión, de la predilección por la mano derecha, en expresiones faciales...
Charles Darwin con su primer hijo William, del que también aprendió algo. Fuente: wikipedia

Y hablando de expresiones faciales, Paul Ekman se cogió un año sabático cuando nació su hija con el fin de estudiar el desarrollo de las expresiones faciales en recién nacidos... con su propia hija. No es de extrañar que después escribiese el libro "¿Por qué mienten los niños?". Y ese no fue el fin de su colaboración con su padre. Paul Ekman ha estado utilizando a su hija como modelo de expresiones faciales en muchos de sus libros y en las herramientas que creó para entrenar microexpresiones.


Otro ejemplo menos conocido, aunque no por ello menos interesante es el blogero y experto en genética Razib Khan, editor del blog Gene Expression.  Recientemente ha tenido una hija y, como no, ha secuenciado su genoma y lo utiliza como ejemplo para explicar en su blog temas como la heredabilidad, los alelos de las diferentes poblaciones humanas y la contribución al genoma de su hija, etc.

Para muestra un botón, aunque encontraréis más gráficos e información en su propio blog.

Yo no soy oficialmente antropólogo (de momento), ni espero llegar al nivel de Darwin, Ekman o siquiera al de Razib, pero teniendo en cuenta que a mi me toca ser padre dentro de unos meses, llevo dándole vueltas a un par de ideas de este tipo, aunque el resultado final dependerá del ánimo que me quede después de pasar un par de semanas sin dormir y el tiempo que tenga entre pañal y biberón. 

viernes, 27 de abril de 2012

Armas y adornos de la vida diaria

Ya llevo varios artículos sobre la teoría de la señalización, pero aún no me he parado a definir explicitamente qué es lo que se entiende por un gasto conspicuo o notable. Este concepto lo introdujo por primera vez Thorstein  Veblen en 1899 en su obra "Leisure class". En ella habla de como las clases con recursos gastaban su dinero en objetos cuya finalidad era mostrar su poder económico.

Desde este momento, un gasto conspicuo se ha definido como aquel bien que se obtiene cuando, habiendo una opción funcionalmente equivalente y más barata, el fin del objeto es mostrar una posición social.

Esto, que en principio se definió para el consumo, en antropología se puede encontrar no sólo en recursos económicos, sino en otro tipo de recursos escasos y valiosos para un individuo. Por ejemplo, el tiempo sería uno de los más valiosos, y sin embargo, hay millones de personas en el mundo que aprenden a tocar instrumentos musicales sabiendo que nunca se van a dedicar profesionalmente a ello e invirtiendo cientos de horas de su vida en ello.

Otro ejemplo sería el sistema inmune. La resistencia a los patógenos y a los parásitos es vital para la supervivencia del individuo. Sin embargo, los machos de multitud de especies liberan en su torrente sanguíneo testosterona, un inmunodepresor que debilita sus defensas y exponiéndolos a posibles infecciones.

Este tipo de demostraciones conspicuas se hacen por un motivo: la negociación de estatus para el acceso a un determinado recurso limitado. Estas demostraciones, en biología se denominan adornos, ya que permiten que aquel que tienen el control del recurso pueda elegir de una manera fiable al mejor de entre todos los pretendientes. El recurso puede ser una noche de sexo, un ascenso en el puesto de trabajo, una tarde con papá en el parque, la atención de los abuelos...

Esto, si hay alguien que controle el recurso. Si el recurso es acceso a una fuente de alimento, agua, una oportunidad reproductiva, etc. Es posible que la negociación se haga entre los propios pretendientes y sea el de mayor estatus el que acceda a ese recurso y no haga falta el enfrentamiento físico.

Sin embargo, si hay dos pretendientes que compiten por un mismo recurso y ambos muestran los mismos tipos y calidad de adornos o se sospecha que uno de ellos tiene un adorno que no puede defender (es decir, que su adorno es falso o no merece llevarlo), habrá enfrentamiento, sobre todo entre individuos de estatus similar para decidir la jerarquía. Entonces es cuando algunos adornos se convierten en armas.


Un arma conspicua. Fuente aquí.

Lo interesante aquí es que no es que los adornos se hayan convertido en armas, sino que parece ser que es al contrario. Muchos de los adornos son en realidad armas que han evolucionado por competición intrasexual (con miembros del mismo sexo) y por ello han sido marcadores fiables en los que fijarse los miembros del sexo contrario para decidir con quien quedarse. Esto que está explicado en términos de competencia y selección sexual, se puede extrapolar como hemos hecho antes a otros aspectos de la vida diarias con competición por recursos limitados.

Así pues, aquí es donde para los antropólogos y los expertos en marketing la teoría de la señalización se vuelve muy interesante. Una señal o adorno siempre va a ser discriminativa, por lo cual va a tener siempre los siguientes atributos que tendremos que deducir:
  • ¿Qué señaliza?
  • ¿A quién señaliza (adorno)?
  • ¿Cuál es el recurso limitado que se pretende conseguir?
  • ¿A quién se discrimina o con quien se compite por estatus en el acceso al recurso (arma)?

Un ejemplo práctico de esto es un estudio sobre el uso de artículos de lujo y diferentes objetivos de señalización. En este artículo se divide a la población en viejos ricos o "patricios", nuevos ricos, wannabes (o "quiero y no puedo") y los proletarios. A partir de esto, dividieron los artículos de lujo entre los ostentosos, con grandes logos de la marca, y los silenciosos, con logos pequeños y detalles que sólo aquellos con un alto estatus podrían identificar y distinguir.

Bolso de Gucci silencioso y bolso de Gucci ostentoso. ¿Cuál diríais que es más caro? 
Artículo completo de la imagen aquí.

Lo que vieron fue que segmentos diferentes utilizan diferentes artículos de lujo para señalizar estatus a diferentes segmentos de la población. Los viejos ricos usaban más artículos silenciosos, con logos pequeños y con detalles que saben que sólo aquellos con un alto estatus pueden reconocer. Sin embargo los nuevos ricos utilizaban artículos de lujo ostentosos. Su finalidad era mostrar que son ricos y asociarse a los viejos ricos pero a su vez, diferenciarse claramente de los wannabes y los proletarios.

Artículo completo de la imagen aquí.


Por otra parte, los wannabes utilizaban artículos de imitación para intentar demostrar el mismo estatus que los ricos, tanto nuevos como viejos, aunque sin poder afrontar el coste material que requieren los objetos de lujo. Los "proletarios" (ojo, que lo pongo entre comillas porque es simplemente la etiqueta que se les puso a este comportamiento, y no el significado tradicional de la palabra) finalmente ni pueden permitirse estos  artículos ni tienen intención de señalizarlos. Posiblemente porque las negociaciones de estatus se harán con individuos de estatus similar y no con aquellos que saben que pueden competir. 

También encontré otro artículo en el que habla de como las políticas de igualdad hacen que aumente el consumo conspicuo en las clases más bajas que ahora se aproximan a las clases medias, y se comportan como los nuevos ricos que veíamos antes. Curiosamente en este mismo artículo hablan del "efecto Rodriguez" (efecto Joneses en inglés) que consiste en "Los Rodríguez se han ido de crucero, nosotros deberíamos ir también", "Los Rodríguez se han comprado un monovolumen nuevo, deberíamos empezar a cambiar de coche", o "los Rodríguez van a tener un niño...". Había un anuncio que explotaba este fenómeno a la perfección ("¿Qué Curro se ha ido al Caribe?"). Si os dais cuenta, el fenómeno de los Rodríguez no es más que la denominación que han puesto los estudios de marketing a la competición por estatus que existe entre personas que se consideran mutuamente cercanas en recursos, como hablábamos antes.

Otro estudio interesante es este que habla de como los jóvenes que buscan sexo ocasional gastan más dinero en gasto conspicuo. Y lo más interesante, sus posibles parejas los ven como posibles candidatos a sexo ocasional, pero no como una relación duradera. Este es un buen ejemplo de como las señales son correctamente dirigidas y a la vez interpretadas por quien debía recibirlas. Esto sería otra forma de detectar si alguien es proclive al sexo ocasional, además de las que vimos ya en otro artículo anterior.

El siguiente paso, esto ya para los más avanzados, es reconocer qué tipo de señales hay. Pueden ser físicas, como simetría, piel sin imperfecciones o parásitos, fuerza, marcadores sexuales, etc., puede ser también de posesión, aunque en ese caso habría que ver qué más nos señaliza el objeto. ¿Es sólo dinero y estatus? ¿Qué señaliza alguien con un iPad? ¿Sólo dinero? ¿O también exclusividad?

Aquí hay dos efectos muy interesantes, uno se llama el efecto snob, que se basa en buscar la diferenciación de la mayoría, lo exclusivo... Y por otra parte está el efecto contrario: el efecto rebaño, que se basa en no destacar del grupo para no ser excluidos. El primero podría mostrar una gran apertura y el segundo una gran necesidad de pertenencia a grupo, lo que correspondería a una baja apertura. Será muy interesante ver qué pasa con Apple ahora que todo el mundo puede comprar un iPhone y un iPad y deja de ser algo exclusivo.

¿Y un tatuaje? En principio un tatuaje lo que señaliza es resistencia al dolor, lo que puede ser una señal para posibles adversarios en una confrontación física. Sin embargo... ¿Estamos seguros que eso es lo que realmente señaliza este tatuaje?

Este y más tatuajes por el estilo aquí.

Alguien que se tatúa el conjunto de Mandelbrot, la teoría de la gravitación de Newton y la segunda ley de la Termodinámica no está señalando resistencia al dolor, sino inteligencia.

Para terminar y como conclusiones de este artículo, ahora que ya conocemos la teoría de la señalización  y los rasgos de la personalidad, con este artículo podemos comenzar a hacer perfiles interesantes de gente y comportamientos. Cuando detectamos una señalización, además de detectarla y cuantificar el gasto conspicuo que le cuesta al señalizador, podemos comenzar a pensar para quién, contra quién y para conseguir qué está señalizando.

Como hemos visto, esto tiene muchas implicaciones, desde el marketing más material de artículos de lujo, hasta observar comportamientos interesantes desde el punto de vista antropológico. Los bares de copas y los centros comerciales son unos sitios muy interesantes donde observar este tipo de demostraciones conspicuas... y no sólo de dinero.

viernes, 20 de abril de 2012

A vueltas con la universalidad de las expresiones faciales

Hoy he visto gracias al neuroescéptico un estudio en el que en el título parece que echan por tierra la universalidad de las expresiones faciales de las emociones básicas propuesta inicialmente por Darwin y puesta negro sobre blanco por Paul Ekman.

Este es un tema que me interesa bastante y por eso vamos a ver qué dice realmente el paper y qué se puede extraer de aquí.

En primer lugar, lo que propone es que las expresiones de las emociones básicas tienen una dependencia cultural, y para ello ha cogido una muestra de 15 occidentales y 15 chinos y les ha mostrado expresiones faciales generadas por ordenador y les ha preguntado qué expresión era y con qué intensidad. El experimento ha llegado a la conclusión de que los chinos no podían distinguir emociones faciales básicas o confundían unas con otras más que los occidentales.

¿Esto quiere decir que las expresiones faciales no son universales?

Ni mucho menos. Lo que nos dice es que la muestra elegida no ha sabido reconocer conscientemente esas expresiones faciales. Pero realmente lo que nos dicen tanto Darwin como Ekman es que las emociones básicas activan unos scripts de comportamiento automático entre los que están variaciones en el sistema simpático-parasimpático, cambios en la distribución de la sangre en el cuerpo, dilatación de pupilas, movimiento de ciertos músculos faciales, etc.

Lo que demuestra en este estudio no es la expresión, sino el reconocimiento de la misma. Hay un estudio muy citado que utilizó una forma muy interesante de averiguar si las expresiones faciales eran universales en culturas alrededor de todo el mundo. En él, grabaron a atletas paralímpicos mientras recibían las medallas. Eran judokas de todo el mundo, en total 76 atletas de 23 países de los 6 continentes, todos ellos ciegos y mostrando expresiones en momentos altamente emotivos. Algunos de ellos eran ciegos de nacimiento y otros no, por ello fue muy interesante la comparación de las expresiones de ambos grupos.

Lo que descubrieron es que tanto unos como otros utilizaban las mismas expresiones faciales. Esto, y sobre todo en el caso de los ciegos de nacimiento, muestra que no pueden haber sido aprendidas culturalmente y por tanto, serían universales a todos los seres humanos.

Habría otras formas de hacer este estudio. Una de ellas sería, no preguntándoles conscientemente, sino analizando la respuesta involuntaria a la expresión que están visualizando. Debido a las neuronas espejo, deberían experimentar la misma emoción que están viendo y si se identifican variaciones detectables en el organismo correspondientes a cada emoción, se podría evaluar si un individuo identifica y reconoce una emoción básica universal o no. Estas mediciones podrían ser incluso mediante fRMI, ya que cada emoción tiene unas áreas concretas del cerebro que se activan al dispararse la emoción o al visualizar esta misma emoción en otra persona.

En uno de los artículos de Cazando Microexpresiones analicé el vídeo de una tribu de Papúa Nueva Guinea que encontraba por primera vez un hombre blanco. Esta es la forma en la que Paul Ekman descubrió la universalidad de las expresiones faciales. Si queréis echarle un vistazo a este increíble documento gráfico, os lo dejo a continuación. 



ResearchBlogging.orgJack, R., Garrod, O., Yu, H., Caldara, R., & Schyns, P. (2012). From the Cover: Facial expressions of emotion are not culturally universal Proceedings of the National Academy of Sciences, 109 (19), 7241-7244 DOI: 10.1073/pnas.1200155109

Matsumoto D, & Willingham B (2009). Spontaneous facial expressions of emotion of congenitally and noncongenitally blind individuals. Journal of personality and social psychology, 96 (1), 1-10 PMID: 19210060

domingo, 15 de abril de 2012

¿Torturarías a alguien si te lo ordenasen?

Este post podría ser el guión de una de las películas de la saga Saw. Esa en la que un psicópata vestido de muñequito aparece en una pantalla diciéndole a alguien eso de "¿Quieres jugar a un juego? O matas al que tienes enfrente o te mueres".

Es el momento de una reflexión personal. En este momento te pregunto:

¿Serías capaz de torturar a una persona si alguien te lo ordenase? 

Recuerda lo que has decidido. Al final del artículo te lo preguntaré de nuevo y es posible que cambie tu respuesta.

En el '63, Milgram hizo un experimento que le hizo famoso. Consistía en probar hasta qué punto la gente se sometía a la autoridad. Para ello diseñó un experimento en el que dos personas creían participar en un experimento sobre la memoria. Una de ellas debía memorizar una serie de palabras y la otra le preguntaba y cuando respondía mal, este último le daba descargas eléctricas cada vez más fuertes.

Realmente el experimento no era sobre la memoria. El que respondía las preguntas era un actor. No recibía ninguna descarga. El conejillo de indias era, sin saberlo, el que hacía las preguntas. El actor, desde el otro lado de la pared, comenzaba a gritar y a pedir que parase el experimento cuando las descargas comenzaban a ser fuertes, llegando a los lamentos y la súplica. ¿Pararía el encuestador? La respuesta es que muy pocos de ellos pararon. Muchos dudaban, pero la figura de autoridad del propio Milgram diciéndoles que continuaran hacía que esa persona siguiese dándole descargas cada vez más fuertes a la otra persona.

¿Queréis ver una versión actual del experimento de Milgram?


Este documental se llama "El Juego de la Muerte" y muestra muy bien una versión actualizada a los nuevos tiempos del experimento de Milgram. En ella le dan un aspecto de concurso de televisión, con una presentadora famosa, público, concursantes, productores, cámaras, animadores... Este es un poco más interesante que el experimento de Milgram porque tiene aspectos más ricos que el original, como las exhortaciones que utiliza, ligeramente diferentes, pero el resto del experimento es igual al original. Os recomiendo que veais el documental antes de seguir leyendo, al menos la primera mitad, ya que voy a hacer referencias directas a cosas que ocurren en él.

¿Por qué obedecemos ciegamente a la autoridad?

Lo primero que tenemos que entender es: qué es la autoridad y el estatus y para qué sirve.

En los seres vivos, hay una lucha constante por recursos escasos. En los seres humanos, ya vimos por ejemplo el conflicto que puede haber entre diferentes hermanos por la atención y recursos que los padres destinan a cada uno de ellos, denominado inversión parental. También vimos la lucha por parejas reproductivas, también un recurso bastante escaso. Pero podríamos hablar de muchos otros, como un ascenso en el puesto de trabajo, un buen asiento en el cine, no tener que esperar la cola en el control de pasaportes de los aeropuertos o en los restaurantes... o las guerras por el territorio, el control de una fuente de agua, petroleo, gas, minerales escasos como el coltran, oro, plata, litio, diamantes...

La lucha por estos recursos limitados en algunos animales se resuelve mediante la agresión física. Se lucha y el ganador se queda con el control sobre ese recurso. Sin embargo, esto conlleva muchos riesgos. Tanto para el vencedor como para el vencido. El vencido puede arriesgarse a la muerte o a heridas graves por nada, y el vencedor se expone también a heridas que le harán más vulnerable en futuras luchas o que pueden infectarse y llevarle a la muerte en un futuro cercano, aun habiendo ganado esa pelea.

Los animales sociales sin embargo, han desarrollado un sistema que evita muchos enfrentamientos y sus costes para ambos contendientes: el estatus. En un conflicto por un recurso, aquel con mayor estatus se queda con el control del recurso limitado y no hace falta discutir. Esto evita muchas luchas innecesarias, muchas heridas y mucho estrés en el grupo. De esta forma se pueden mantener grupos más grandes y estables con los que hacer frente a peligros externos, como depredadores, otros grupos que compitan por los mismos recursos, etc. A mayor tamaño, mayor protección. Pero tiene un inconveniente... para aquel que está por debajo en la escala social no es una situación óptima, y por tanto, su objetivo será conseguir fuerzas y apoyos suficientes para poder competir con el que tiene mayor estatus y arrebatarle esa posición. Estar por debajo de alguien es sólo algo temporal, tanto para uno como para otros, pero hace que mientras no estemos listos para ganar un enfrentamiento, no luchemos.

¿Qué pasa en nuestro cerebro?

Hay dos neurotransmisores que están directamente relacionados con la negociación de estatus. Uno es la serotonina, que se dispara cuando alguien que está por encima en la escala social gana un enfrentamiento. El segundo es el cortisol, la hormona del estrés, que se dispara cuando alguien pierde un enfrentamiento por estatus. Estas dos hormonas están muy intimamente relacionadas con una dimensión de la personalidad en concreto: la estabilidad.

Este aumento de cortisol en los individuos subordinados hará que estos estén motivados a escalar socialmente, precisamente para aliviar el estrés que provoca. Como hemos visto ya en varios artículos, una exposición continuada al estrés (cortisol) puede tener efectos muy negativos. Desde depresión hasta un desarrollo menor de ciertas partes del cerebro (cortex prefrontal e hipocampo). En Handbook of Evolutionary Psychology (p.676) explican como en declaraciones y testimonios anteriores de los autores de la matanza en el instituto de Columbine, denunciaban y se quejaban de los abusos, desprecios y estrategias de dominación social que ejercían continuamente los chicos y chicas más populares contra ellos, sometiéndoles a un estrés y a unos sentimientos de inferioridad y presión que tuvieron las consecuencias ya conocidas por todos.

También, según el sexo, las estrategias para la negociación del estatus pueden ser muy diferentes. Las mujeres, como hablamos en otro artículo, tenderán a buscar apoyos sociales en caso de un conflicto, debido a sus niveles más elevados de oxitocina, y los hombres tenderán a estrategias más individualistas (aunque no excluyentes, ya que también pueden buscar apoyos en otros miembros del grupo) de "huir o luchar", debido a los mayores niveles de testosterona. Esto puede verse en la vida cotidiana como en el caso de las mujeres las negociaciones de estatus y las agresiones sueles ser más a nivel social, por medio de búsqueda de alianzas, socavación del estatus del enemigo, cotilleos, etc. Y en el caso de los hombres, los enfrentamientos son más a nivel físico, aunque también existen las conspiraciones.

Sin embargo, aquellos que están en el poder también pueden llevar a cabo estrategias para disuadir a aquellos que están por debajo de enfrentarse a la autoridad. Unas estrategias intentarán convencer a los subordinados de que no serán capaces de ganar en un enfrentamiento directo, podrán buscar alianzas con otros individuos también bien posicionados en la jerarquía, podrán también ceder parte de los recursos para que los disfruten aquellos que tengan un estatus más bajo, con el fin de que piensen que no es necesario un enfrentamiento para acceder a esos recursos... Las estrategias en uno y otro sentido son muy diversas.

Estas negociaciones por el estatus y la jerarquía comienzan de muy pequeños. Los bebés ya muestran estrategias de negociaciones de estatus en la lucha por el control de recursos, como juguetes, atención, etc. Se ha visto que los niños con mayor estatus utilizan una estrategia mixta de agresión y búsqueda de alianzas con otros niños (Handbook of Evolutionary Psychology p.839).

De más mayores, las personas utilizamos todo tipo de señales para mostrar el estatus que tenemos cada uno. Desde coches deportivos, joyas, tacones, bolsos de diseño, gafas Ray-Ban, polos de marca, togas, uniformes, títulos universitarios... Cualquier elemento que señalice autoridad a un grupo social que lo entienda como tal, puede ser una buena inversión, ya que nos va a evitar enfrentamientos por el control de recursos. De hecho, a menor estatus, más dinero se está dispuesto a pagar por señales que muestren un estatus mayor. Sin embargo, esto nos puede salir mal, ya que en caso de enfrentamiento real, si no demostramos que realmente merecemos esos marcadores o el estatus que mostramos tener, seremos vistos como fraude, una de las degradaciones más dañinas y de las que más cuesta recuperarse socialmente. Y la buena/mala noticia es que los humanos tenemos adaptaciones y módulos neuronales especialmente diseñados para detectar engaños y fraudes sociales. Para hacer una analogía, imaginaos lo que hace una tarjeta de aceleración gráfica en un ordenador con los videojuegos 3D. Los humanos tenemos nuestros propios circuitos especialmente diseñados para esa función. Como una tarjeta gráfica, pero para detectar fraudes y engaños. Hablaré de ellos en otra ocasión.

Esto explicaría por qué la gente obedece a la figura de autoridad. El no verse capaces de ganar el enfrentamiento, los niveles bajos de serotonina, las señales de autoridad de la presentadora, la presión del público, el estrés que produce en enfrentamiento con la autoridad por culpa del cortisol... todo ello hace que no se atrevan a rebelarse contra la autoridad. Pero hay un reducido grupo que sí que lo hace. De los 80 concursantes del experimento, hubo 16 que no quisieron llegar hasta el final. Que se enfrentaron a la autoridad, en contra de lo que sus neurotransmisores le decían, en medio de un gran estrés.

¿Por qué? ¿Son gente excepcional?

Para entender por qué, tenemos que hablar de la moral. De lo que está bien y de lo que está mal. Para ello, tengo que presentar los diferentes estados del desarrollo moral presentados por Kohlberg y en la actualidad aceptados por una gran parte de la comunidad científica en el campo de la psicología del desarrollo.

Este modelo se basa en el desarrollo en fases para diferenciar lo que está bien y lo que está mal y como tenemos que comportarnos. Consta de 6 estados que van aprendiéndose desde la infancia y que luego cada persona aplica de manera diferente a lo largo de su vida en diferentes escenarios. Vamos a verlos y vamos a entender también como cada una de las exhortaciones que hace la presentadora ataca estados diferentes del desarrollo moral.
  1. El primer estado es evitar el castigo. Es el primero en aparecer en los niños y algunas personas no superan este estado moral, como es el caso de los psicópatas. La única motivación de hacer algo que no vaya en favor de su propio beneficio es el miedo a un futuro castigo. Este nivel moral es el más básico y se activa cuando la presentadora del programa hace la exhortación de "si te plantas, tendrás que atenerte a las consecuencias". 
  2. Altruismo recíproco o egoísta. Este segundo estado es posterior al primero en el desarrollo del niño, y viene marcado por el "yo te dejo un juguete para que tu me dejes uno tuyo". Es la base del altruismo recíproco y de la regla de oro en la que se basan la mayoría de las leyes morales y religiones mayoritarias, ya sea en su versión positiva (trata al prójimo como a ti mismo) o en su versión punitiva (ojo por ojo, diente por diente). Este nivel moral se activa cuando la presentadora hace la exhortación de "en 10 minutos te lo agradecerá". Es lo mismo que decir "aunque sea difícil sigue adelante y él te lo agradecerá". 
  3. Conformidad. En este estado se busca cumplir con la conformidad social y comportarse conforme con lo que se espera de uno. Es lo que Kohlberg llama el estado del "buen chico". Este estado se activa cuando la presentadora le pregunta al público. Si recordáis el artículo que escribí sobre conformidad social, este es un estado moral muy poderoso, tanto que muy pocos se atreven a contradecirlo. 
  4. La ley es la ley. Este estado viene marcado por acatar y seguir las leyes. Aquí se cumple con las leyes y normas morales. Este es el estado que se activa cuando la presentadora dice "es tu turno, tienes que continuar" o "las reglas del juego dicen que tienes que continuar". La persona en este estado moral no se plantea la justicia de la ley, sino que se limita a seguirla.
  5. Contrato social. Aquí el individuo empieza a plantearse la legitimidad de la ley, aunque sin incumplirla. Este es el estado al que llegan la mayoría de los participantes en el concurso. Se plantean que están haciendo algo mal, que están torturando a un ser humano, pero son incapaces de enfrentarse a la autoridad para incumplir la ley, es decir, las normas del programa. Esto no ocurre con los psicópatas, que no llegan a este estado. Para llegar a este estado se necesita disponer de empatía y el pensamiento crítico. 
  6. Principios éticos universales. Este es el estado mayor de moralidad y es el que utilizan las pocas personas que son capaces de enfrentarse a la autoridad e incumplir unas normas que ellos consideran injustas. Son capaces de aceptar las consecuencias de no cumplir la ley, de rebelarse contra leyes injustas, de iniciar revoluciones pacíficas, de luchas por lo que consideran justo sin buscar un beneficio personal. 

Después de todo esto, te voy a hacer la misma pregunta.
  • ¿Si te ordenasen torturar a alguien, serías capaz de decir que no?
  • ¿Serías capaz de traicionar millones de años de evolución de grupos sociales y enfrentarte a alguien de mayor estatus que tú?
  • ¿Serías capaz de no escuchar tus niveles más bajos de serotonina?
  • ¿Serías capaz de controlar los niveles de cortisol y adrenalina y el estrés que inunda tu torrente sanguíneo y tu cerebro en el momento del enfrentamiento a la autoridad?
  • ¿Serías capaz de silenciar los 5 primeros estados morales que te han enseñado desde niño?
Esto tiene muchas consecuencias. Imagínate que eres un policía y tu jefe te ordena cargar contra una manifestación. O eres un militar y tu jefe te ordena disparar contra una multitud. O eres un encargado de unos grandes almacenes y tu jefe te ordena que aprietes más a tus subordinados. ¿Serías capaz de decir no? Especialmente es estos entornos donde la gente es entrenada para seguir órdenes, es casi imposible negarse. No hace falta ser un psicópata, ni un sádico para apretar el gatillo.

El experimento de Milgram intentaba explicar por qué en la Alemania nazi gente normal, sin ningún tipo de trastorno que le confiriese una crueldad fuera de lo corriente, era capaz de hacer las barbaridades que hicieron. Hoy en día podemos encontrar muchos otros ejemplos. Algunos tan graves como los de la Alemania nazi, como los niños soldado de África, los soldados "aliados" disparando a periodistas (en este caso, podemos ver en el vídeo como muestran algunos rasgos similares a los del experimento de Milgram y el juego de la muerte, como la risa) o los verdugos que ejecutan las penas de muerte en los países en los que aún está vigente. Otros ejemplos son menos graves, pero no faltos de crueldad, como el experimento de la cárcel de Stanford, las cargas policiales contra estudiantes, menorespersonas discapacitadas, etc.


La buena noticia es que, como comentan en el documental, este último estado de desarrollo moral se puede aprender. Las personas podemos aprender a decir no ante la injusticia. Hay personas que ante las injusticias han decidido hacer algo, como es el caso de Bradley Manning con el ejército de Estados Unidos, quien viendo las injusticias que estaban haciendo decidió denunciarlo vía Wikileaks.


O como es el caso de las asambleas y acciones anti-desahucio, quienes consideran la ley injusta y son capaces de enfrentarse a cargas policiales, multas e incluso detenciones por luchas por lo que ellos creen que merece la pena cambiar.


Espero que si has leído hasta aquí te plantees en alguna ocasión qué estado moral estás utilizando y al menos sepas que siempre existe la opción de decir NO.

martes, 10 de abril de 2012

¿Deben dormir solos los recién nacidos?

Este es el tercer artículo de la serie "Trata a tu hijo como a un mono".


"Degenerates, degenerates! We are turning to monkeys..."

En el primero hablamos sobre si utilizar carritos o mochilas para el bebé. En el segundo hablamos de como ruido de fondo puede ayudar a dormir a los más pequeños.

El título de esta entrada es el mismo que el de un artículo publicado en 2011 que habla sobre el impacto del contacto físico con los recién nacidos. El artículo es bastante llevadero y divulgativo por si queréis echarle un vistazo directamente.

En él hablan de como en humanos, el escenario evolutivo no sería el de dormir el bebé separado de la madre, sino al contrario. De hecho, hace un repaso por varios estudios que muestran como la separación entre la madre y el bebé aumenta los síntomas de estrés en el bebé y como el contacto piel a piel del bebé con la madre tiene efectos muy beneficiosos, como un mejor desarrollo cognitivo, mejores tomas incluso meses después y niveles de estrés mucho menores que los separados de la madre, aún durante algunas horas al día. De esta forma, se puede inferir que, al menos durante los primeros meses, sería muy recomendable no separarse del bebé y estar en contacto (tocándole piel a piel) con él el mayor tiempo posible.

Hay que tener en cuenta que la psicología evolucionista aplicada a la psicología evolutiva (la del desarrollo) nos habla también de que hay algunas adaptaciones que se disparan en momentos concretos del desarrollo y sus efectos se alargan durante toda la vida. De esta forma, cada persona podrá activar o inhibir la expresión de genes para adaptarse lo mejor posible a su entorno concreto. Por ejemplo, una infancia con abusos puede ca


mbiar la expresión del gen del transportador de la serotonina, sobre todo si el alelo es corto, aumentando el riesgo de depresión en la edad adulta.

Como dicen en el estudio habría que mirar algunos otros indicadores del estrés, como el cortisol en la orina o ver en un futuro que niveles de estrés, autocontrol o neuroticismo (recordemos que este rasgo estaba asociado a la serotonina y su sensibilidad, transportadores, etc.). Sin embargo, los resultados coinciden con el experimento de los niños de Splitz del que hablábamos en el artículo de los carritos y las mochilas.

A veces me sorprende que cuando se estudia el comportamiento de una especie animal se tengan en cuenta aspectos como el comportamiento de otros miembros de su género, su filogenia o el escenario evolutivo en el que surgieron ciertas adaptaciones. Sin embargo, cuando hablamos del ser humano, un primate bípedo super-social, de repente nos olvidamos de todo esto e intentamos hacer mil cábalas para intentar adivinar si es mejor hacer las cosas de una forma u otra.

Como hemos visto en este caso, tratar al hombre como lo que es (un homo sapiens) y ver los problemas de la vida diaria desde el punto de vista de la psicología evolucionista puede abrirnos los ojos y darnos algunas pistas prácticas que nuestros hijos agradecerán desde el primer día.


ResearchBlogging.org Morgan, B., Horn, A., & Bergman, N. (2011). Should Neonates Sleep Alone? Biological Psychiatry, 70 (9), 817-825 DOI: 10.1016/j.biopsych.2011.06.018


Brüne M, Belsky J, Fabrega H, Feierman HR, Gilbert P, Glantz K, Polimeni J, Price JS, Sanjuan J, Sullivan R, Troisi A, & Wilson DR (2012). The crisis of psychiatry - insights and prospects from evolutionary theory. World psychiatry : official journal of the World Psychiatric Association (WPA), 11 (1), 55-7 PMID: 22295011

jueves, 5 de abril de 2012

El adorno sexual que ha salvado millones de vidas

Hoy voy a escribir sobre algo que si no consigo explicarme bien puedo ser el blanco de muchas críticas. Voy a hablar de el altruismo como adorno sexual.

Antes de nada, vamos a repasar la teoría de la señalización, de la que ya hablamos aplicada al marketing hace unos meses. En aquel artículo hablábamos de que las personas utilizamos muchos más recursos de los necesarios en hacer cosas que no necesitamos. Por recursos entendemos no sólo dinero, sino trabajo, energía, tiempo, atención...

Fuente de la imagen: Marcos Ruiz Rodríguez

Sin embargo, la última parte de la frase "en gente que no nos importan" es la más importante. Nosotros puede que no les importemos, pero ellos sí que nos importan a nosotros, y mucho. La gente por la que hacemos estos gastos excesivos son aquellos que disponen de otros recursos mucho más escasos e importantes para nosotros.

Pueden ser nuestros jefes, que tienen el recurso del trabajo y por tanto seguridad económica, pueden ser nuestros padres, que tienen el recurso de la inversión parental y la atención parental, que como vimos en otros artículos es determinante tanto para sobrevivir como para lo bien que nos vaya a ir en la vida de adulto, y por supuesto... gente del otro sexo, que tienen el recurso limitado de precisamente eso... tener sexo con ellos.

Como los humanos somos una especie mayoritariamente monógama, este recurso es muy limitado para una persona en concreto, uno (en principio), por lo que la teoría dice que se gastarán muchos recursos en conseguir "eso" que es tan escaso, sobre todo si esa persona tiene un alto valor reproductivo (en castellano: si está buena o es un buen partido).

En el libro "The Mating Mind" de Geoffrey Miller, expone precisamente esta teoría. Basándose en la teoría de la señalización, nombra actividades que no son necesarias para nuestra propia supervivencia, pero que sí que son las realizamos e incluso gastamos mucho más en ellas que en otras que sí que son necesarias.

Por ejemplo: ¿Cuanto valía la entrada del último concierto al que fuisteis? ¿Podrías haber vivido sin ir? Ahora pongamos un recurso más necesario. El agua. ¿Cuanto puedes estar sin beber agua? ¿Sabes cuántos litros de agua podrías comprar con esa entrada?

Fuente: Informe AEAS. Nota: 1 m3 = 1000 litros

¿Y tu teléfono móvil? ¿Cuál es la diferencia entre lo que pagaste (y sigues pagando) por el móvil que tienes y el más barato que realmente necesitas? Ahora calcula cuántos paquetes de arroz o de macarrones podrías comprar con esa diferencia y cuantos días podrías comer con eso. 

Otra de las actividades de las que habla Miller en el libro es el altruismo. Pero aquí tenemos que hablar de varios tipos de altruismo:

Altruismo familiar:

Hamilton escribió ya por el '64 uno de los artículos más importantes de la psicología evolucionista, en el que se basaría luego Trivers para escribir su inversión parental. En él, Hamilton habla de como los recursos que un individuo destina a otro individuo vendrán relacionados directamente por los genes que comparten. A más genes compartidos, más inversión en ese individuo. Esto es conocido como selección de parentesco. En principio, esta inversión sería sin esperar nada a cambio, salvo la supervivencia y aumento de condición del receptor. Es lo que ocurre con los padres e hijos, con los abuelos y nietos o la fraternidad entre hermanos y primos. 

Altruismo recíproco:

Aquí es cuando vuelve a escena Trivers con un artículo del '71 en el que describe la evolución del altruismo recíproco. Se basa en el principio de que yo te hago un favor hoy porque mañana tú vas a hacerme un favor a mi. Esta sería la base para la gran regla de oro en la que se basan todas las religiones y dogmas morales, ya sea en su versión positiva ("trata al prójimo como quieras que te traten a ti") o en la negativa ("Ojo por ojo diente por diente"). Esa sería la base de para las sociedades que incluyesen a más de una familia o clan en la que el altruismo familiar no fuese suficiente.

Altruismo de señalización:

Pero, ¿qué pasa cuando el receptor es alguien a quien no voy a ver en la vida, no va a poder devolverme el favor y no es familia mía? En ese caso, Miller en el libro que hemos citado anteriormente habla de que ese coste altruista se destina a la señalización

Pongamos un ejemplo. Una de las personas más ricas del mundo crea una fundación y se convierte en uno de los filántropos que más dinero dona del mundo. Estoy hablando de Bill Gates. Ese personaje odiado por muchos por haber programado Windows y fundado Microsoft. 



Esta fundación lleva a cabo programas de vacunación contra la tuberculosis, contra la polio o contra la malaria de varios cientos de millones de euros por poner algunos ejemplos de las múltiples lineas y campañas que realizan. 

¿Por qué uno de los tíos más ricos del mundo querría gastarse la mitad de su fortuna en curar enfermedades de niños en el tercer mundo y acabar con el hambre en África?

La pista la tenéis en el propio nombre de la fundación que ha creado: La Fundación Bill y Melinda Gates. ¿¿¿MELINDA??? Poneos en su posición. Eres un supermillonario odiado por todo el mundo y considerado un ser maligno por tu política de patentes y software privativo. Pero no quieres que tu mujer piense que eres el monstruo que todo el mundo dice que eres. ¿Qué haces? Creas una fundación con vuestros nombres para demostrarle que eres un buen tío y asegurar así que te siga queriendo. 

¿Esto le convierte en un monstruo?

Ni mucho menos. Posiblemente, gracias a estas campañas de vacunación se están salvando muchas vidas, y como efecto secundario (recordamos que el sistema inmune comportacional se regula por la cantidad de patógenos en el entorno) posiblemente reduzca las guerras y crímenes raciales en esas áreas. Así es como, la cola de pavo real de un friki millonario que busca el amor de su mujer posiblemente esté haciendo más por la paz mundial que la ONU, la OTAN y la "democracia" exportada a la fuerza por occidente a oriente medio juntos

De hecho, es muy probable que ni siquiera él sea consciente de que lo hace por eso. Igual que alguien que toca en un grupo no hace música por las grupies, sino porque le gusta lo que hace y se siente bien. O que un futbolista se dedica a eso no por las modelos que suelen tener por esposas, sino porque es su pasión y se siente bien haciéndolo. Esa es la clave de la señalización. No tienes por qué ser consciente de por qué haces algo, simplemente lo haces porque te sientes bien al hacerlo. Millones de años de evolución han diseñado los circuitos necesarios para que no tengas que pensar en por qué haces ciertas cosas, sobre todo cuando de ellas depende algo tan importante como tu éxito reproductivo. 

Si no te convence esta explicación, plantéatelo así: ¿Quien está mejor valorado en el mercado sexual? ¿Tú o Cristiano Ronaldo? ¿O tú o Bono (el de U2, no el político, aunque para gustos...)?

Así que para terminar, me gustaría que quedasen claras dos cosas: 
  • La gente que hace actos altruistas no es necesariamente egoísta, aunque los mecanismos que les llevan a realizarlos sí que lo sean. La gente los realiza porque se siente bien haciéndolos, porque en su mente consciente SI que son altruistas. Los beneficios reproductivos que de esos actos obtienen no son menos legítimos que los que consigue un abogado que con un buen sueldo se compra un mercedes, un músico que puede elegir entre varias grupies en cada concierto o un alto cargo de del FMI que tiene a su disposición un ejército de prostitutas para orgías concertadas.
  • Los actos altruistas que realizan no pierden su valor por poder explicarlos desde la psicología evolucionista. Los millones de niños que son vacunados todos los años por la Fundación Bill y Melinda Gates vivirán mucho mejor y el mundo será un poco mejor gracias a que un millonario ha decidido gastarse la mitad de su fortuna en eso. ¿Realmente importa la razón? Si con eso consigue que su mujer le quiera más, perfecto. Y esto no sólo es aplicable a Gates, sino a todo aquel que en lugar de estar trabajando en una consultoría o en un despacho de abogados, lo hace en una ONG cobrando mucho menos dinero, completando su jornada con horas como voluntario, yendo cada dos por tres a manifestaciones y reuniones y además con la espada de Damocles de los recortes sobre sus cabezas. 
Ojalá todas las colas de pavo real que utiliza la gente fuesen tan altruistas como los de Gates, a la escala que sea, y no otras más comunes como bolsos de Dolce&Gabana, Ferraris, iPhones, Manolos (los zapatos, no los músicos, aunque de nuevo, para gustos...), tacones, cámaras reflex de 200 megapixels, tetas postizas o músculos de gimnasio. 

martes, 3 de abril de 2012

Niño o niña ¿Se puede elegir?

Es interesante. Cuando dices a la gente más cercana que vas a ser padre una de las cosas que primero te preguntan (además de como está la madre, por supuesto) es si va a ser niño o niña. Y tu a veces te preguntas

¿Ah, pero es que se podía elegir? ¿Dónde había que marcar la casilla "niño" o "niña"? 

Hasta hace poco el sexo del bebé era algo que nuestras madres conocían al mismo tiempo que el resto de la familia: en el parto. Sin embargo muchas parejas tienen una predilección sobre el sexo del hijo que esperan. Algunos sólo han pensado nombres para niña y otros ya han comprado el balón y la bici para el niño. Pero las probabilidades de que salga una cosa o la otra es 50/50. ¿O quizás no...?

Hoy vamos a retomar el tema de la inversión parental de manos de ese super-héroe de la psicología evolucionista que si lo dejasen sólo no dejaría nada más por escribir para los demás. Señoras y señores, con ustedes (de nuevo)...



Este abuelete, tan simpático él, es el que la lió gorda en el '71 con la inversión parental, pero en el '73, utilizando este mismo concepto (os recomiendo que para seguir este artículo os leáis el artículo anterior sobre inversión parental), se juntó con otro colega (en el sentido profesional de la palabra) y la lío parda de nuevo. El amigo de este tipo es Dan Willard y ese año escribieron un artículo que no llegaba a las 2 hojas y que ha generado miles de estudios para intentar contrastar si es cierto o no el desde entonces conocido como "la Hipótesis Trivers-Willard".

Si Trivers montó un gran revuelo con la inversión parental y el conflicto padres-hijos que hablábamos en el otro artículo, este iba también a lo más profundo de la naturaleza humana. 

¿Se puede elegir el sexo del bebe?

La hipótesis parte de 3 principios: 
  1. La condición de un hijo al final de la etapa de inversión parental (cuando se va de casa, vamos) tiene una relación directa con la condición de la madre DURANTE la inversión parental.
  2. La diferencia de condición entre jóvenes al finalizar la etapa de inversión parental tiende a alargarse hasta la edad adulta.
  3. En machos (en el caso de los humanos, hombres), una pequeña ventaja en la condición se transforma en una diferencia desproporcionada en el éxito reproductivo. 
¿Qué implica todo esto?

Pues que si eres un hombre y no tienes buena condición no te vas a comer una rosca, y te hubiera ido mejor siendo una mujer. Pero tu éxito reproductivo es también el éxito reproductivo de tus padres. Y como la condición que tengas depende de la condición de tu madre, y ella puede saber su propia condición... tu madre podría intervenir inclinando la balanza del 50/50 hacia un lado o hacia otro
  • En caso de tener una buena condición y tiene hijos, estos tendrán una buena condición y tendrá más nietos que si hubiese tenido hijas.
  • Si no tiene buena condición, es mejor que tenga hijas, ya que si sale niño no va a tener buena condición y no va a tener tantos nietos.
Pues con estas 3 simples reglas, crearon una avalancha de estudios y análisis para conseguir determinar si la hipótesis Trivers-Willard era correcta y qué marcadores utiliza una madre para decidir si tiene un niño o una niña. 

Esta elección se haría siempre de manera inconsciente y automática por medio de niveles de ciertas hormonas, nutrientes, etc. De esta forma, la madre favorecería la implantación o desecharía los óvulos femeninos o masculinos según fuese su condición. Pero... 

¿Cuáles son las pistas que utiliza la madre para inclinar la balanza?

Ha habido algunos hallazgos interesantes. Algunos a favor y otros en contra. Desde estudios que han conseguido una relación directa entre una explosión de niñas en la hambruna de China a finales de los años '50, hasta estudios que no han encontrado ninguna relación en hambrunas europeas.


Otros han encontrado relación entre la cantidad de testosterona del padre y un aumento en el número de niños. También el un mayor nivel de estrógenos en la parece inclinar la balanza hacia ese lado. Sin embargo, a más gonadotropina y progesterona (en la madre y en el padre), más posibilidad de tener una niña

¿Tienes un harén?

Pues en este mismo artículo comentan otro que descubrió que si haces que tus mujeres duerman juntas tendrás más hijos, pero si duermen cada una en su habitación tendrás más hijas.

Incluso entre los billonarios norteamericanos tienen más hijos que hijas a los que destinan más recursos y los que consiguen mayor éxito reproductivo. En la otra cara de la moneda, las familias de menor poder adquisitivo tienen más hijas que hijos

La relación no es mucha en la mayoría de los casos, pero si que existe (es significativa estadísticamente) y es capaz de inclinar la balanza en algunos casos. Esto encaja también con el conflicto madre-hijo que hablábamos en el otro artículo. Imagina que eres el cuerpo de la madre y tienes un feto macho pero sabes que siendo hembra va a tener más posibilidades. El cuerpo de la madre puede abortarlo porque otro futuro feto hembra tendrá más posibilidades de tener éxito reproductivo. 

Esto pasaba hasta hace 30 años, cuando aún no se podía saber el sexo del bebé. 

¿Pero y ahora que se puede saber antes de que nazca?

Ahora la historia es más macabra. En lugares como la India existen mafias ilegales que con un ecógrafo distinguen el sexo del bebé y dan la opción de abortar si es niña. Esta sería una forma consciente de la hipótesis Trivers-Willard. Al igual que en China donde también ha sido prohibido por las autoridades y donde hasta hace no mucho había un cupo de 1 hijo por pareja. Al igual que hablábamos en el artículo sobre el aborto, lo importante es poner las ayudas y seguridad de recursos suficiente como para que la madre no sienta la necesidad de interrumpir la inversión parental

Como vemos, un artículo de sólo 2 páginas ha dado (y seguirá dando) para muchos otros estudios que tratarán de encontrar o echar por tierra la hipótesis. 

Al final era todo un poco más complicado que 50/50...

ResearchBlogging.org Trivers RL, & Willard DE (1973). Natural selection of parental ability to vary the sex ratio of offspring. Science (New York, N.Y.), 179 (4068), 90-2 PMID: 4682135

domingo, 1 de abril de 2012

Los psicópatas de la tele

Hace ya años se puso de moda en las series de la tv poner como protagonistas a psicópatas.

¿Algo que decir Señor Holmes?



Aquí tengo que discrepar (aunque la frase es como decir "yo no estoy acatarrado, solo toso y tengo fiebre"). El personaje que han creado para la serie de Sherlock es un psicópata de libro, pero gracias a estos "adorables" personajes, vamos a aprender un poco más qué es lo que significa ser un psicópata.

En primer lugar, lo que define a un psicópata es la falta de empatía y emociones sociales como la vergüenza, la pena (simpatía ante el sufrimiento) y sobre todo la culpa. Un psicópata no va a sentir remordimientos por haber hecho algo mal, ni culpa por haber infligido daño a alguien.

¿Por qué es esto tan importante?

Es muy importante porque en los animales sociales, existe un mecanismo llamado mecanismo de inhibición de la violencia. Este mecanismo hace que en un enfrentamiento, cuando el vencido muestra signos de sometimiento, el vencedor cesa la agresión. En los psicópatas este mecanismo no existe, ya que no han aprendido estas situaciones en las que se deba inhibir la violencia a través de experiencias sociales durante la infancia, bien porque no se las enseñaron o porque carecen de la empatía que hace posible que se desencadene el mecanismo de inhibición. Esto hace que cometan muchos más delitos y más violentos que la población general, incluso a edades muy tempranas.

Pero no todos los psicópatas son iguales. Hay que distinguir entre dos tipos: los que tienen un bajo grado de ansiedad (psicópatas primarios) y los de alta ansiedad (secundarios). Ambos tipos de psicopatía estarían marcados por una baja amabilidad en las 5 grandes de la personalidad, pero los psicópatas primarios tendrían una alta estabilidad mientras que los secundarios tendrían una baja estabilidad.

Los psicópatas primarios son:
  • Fríos y distantes
  • Manipuladores en las relaciones sociales
  • Maquiavélicos
  • No tienen emociones sociales
  • Muestran alta hostilidad
  • Tienen baja estabilidad emocional
Estas dos últimas serían comunes a los psicópatas secundarios, que sí que presentan culpa y vergüenza. Los secundarios sí que pueden desarrollar lazos afectivos, aunque presentarían un comportamiento antisocial con aquellos que no entran en su grupo social y presentan también bajo autocontrol y búsqueda constante de estímulos. 

Vamos a ver otro ejemplo de psicópata primario:



Como vemos, los psicópatas conocen las reglas del juego. Saben qué es lo que está bien, lo que está mal, y qué es delito y qué no. Sin embargo, no tienen ese mecanismo de inhibición de la violencia que les haga no cometer actos que dañen a otras personas. Su comportamiento vendrá motivado únicamente por evitar un castigo al que no podrán escapar, ya que si pueden echarle las culpas a otro, mentir o escabullirse, lo usarán.

Este es un psicópata secundario:



Los que conozcáis a House sabréis que no es el hombre más estable del mundo. Sin embargo, pese a su comportamiento antisocial, sí que experimenta emociones de culpa, vergüenza o pena, así como crear lazos afectivos (con su equipo, con Wilson, con Cuddy...). Esto no ocurre ni con Dexter ni con Sherlock.

Además, en House hay un componente que también aparece con mucha frecuencia en los psicópatas: propensión al aburrimiento y búsqueda de emociones fuertes, las cuales desaparecerán al poco de experimentarlas. Esto hace que se sientan vacíos por dentro y en muchas ocasiones recurran a sexo ocasional (no es un secreto la relación de House y las prostitutas) o abuso de drogas (en el caso de House es bastante claro y argumento principal de la serie).

Este bajo autocontrol está relacionado con una baja actividad en el cortex prefrontal (en el área orbital y adyacentes) de los psicópatas. Esta parte del cerebro es la que inhibe comportamientos automáticos y regula las emociones (entre ellas estaría el mecanismo de inhibición de la violencia). Esta baja actividad puede tener un origen estructural o genético, que daría origen a los psicópatas primarios, o por desarrollo, por ejemplo, al haber experimentado una infancia de abusos y/o alto estrés (vimos en el artículo sobre la mochilas para bebés como en niños, altos niveles de cortisol pueden dañar el córtex prefrontal) o por daño en ese área por un trauma, ictus o tumor (los Phineas Cage modernos que nos presenta Damasio en El Error de Descartes).

Un apunte interesante es que el personaje de House esté basado en el de Sherlock Holmes (los fans sabréis que también vive en el 221b, su amigo "Wilson" se parece mucho a "Watson", toca música para relajarse y es adicto a las drogas). Sin embargo, en las dos series (Sherlock y House) han decidido utilizar psicópatas de diferente tipo. El personaje de Sherlock es un psicópata primario y House es secundario.

¿Pero y qué pasa con este personaje?



Sheldon (perdón...  B.S., M.S., M.A., Ph.D., Sc.D. Sheldon Lee Cooper) no es un psicópata al uso... lo que le pasa tiene más que ver con un tipo de autismo denominado síndrome de Asperger. Este autismo es llamado también psicopatía autista.

La gente que tiene este síndrome (en sus diferentes grados) tienen las capacidades cognitivas y lingüísticas intactas, a diferencia de otras formas de autismo. Sin embargo, tienen deficiencias en la teoría de la mente, es decir: en saber que es lo que otro está pensando. Esto no pasaba con los psicópatas, que sí saben lo que piensas.

Tienen problemas en interpretar el contexto (- ¡Adivinad quien va a la estación espacial! -¡Mohammed Lee!), utilizan lenguaje inapropiado o demasiado complejo para la situación, no "pillan" los dobles sentidos, tienen dificultades para entender las metáforas, no se sienten cómodos en las relaciones sociales y, como los psicópatas, tienen problemas con las emociones sociales. Esto hace que en ocasiones muestren algunos síntomas similares, como maquiavelismo, narcisismo y manipulación.

Este es otro ejemplo con personaje con asperger, en este caso, en menor grado:



Las personas con asperger pueden ser altamente funcionales y al sentirse más cómodas en el plano material y artificial que en el personal, pueden llegar a destacar en ámbitos científicos. La revista Wired le dedicó un artículo en el que lo llamaba "El Sindrome Geek", e incluso publicaron un cuestionario online en el que tu mismo puedes comprobar si sufres este síndrome. Un 80% de los pacientes de asperger tienen una puntuación de más de 32 puntos en este test.

¿Y qué hay de los psicópatas? ¿Hay un test que me diga si soy un psicópata?

Pues sí. Se llama el test revisado de Hare y podéis hacerlo a continuación. De cada afirmación cuenta 0,1, ó 2 puntos si puede aplicarse a ti nunca, a veces o siempre respectivamente. Se considera que comienza la psicopatía a partir de los 30 puntos en este test.

  1. Generalmente, la gente te encuentra atractivo
  2. Te sientes bien e importante sobre ti mismo
  3. Te aburres con facilidad
  4. Si hiciste algo malo y podías elegir, ¿mentiste?
  5. Te resulta fácil y/o agradable manipular a los demás
  6. Si haces algo mal, pero es necesario, ¿te sientes bien?
  7. ¿Tienes relaciones cortas y superficiales?
  8. ¿Te siente triste por el sufrimiento de los demás?
  9. Tiendes a vivir de los demás, en lugar de tu propio esfuerzo, si es posible
  10. De niño, eras diferente al resto
  11. Tiendes a NO hacer planes a largo plazo
  12. Actúas impulsivamente
  13. La gente piensa que NO eres confiable y responsable
  14. NO asumes la responsabilidad de tus actos
  15. Hasta ahora tus relaciones son cortas
  16. Tiendes al sexo casuales con mucha gente diferente 
  17. Has cometido en tu juventud algún crimen o acto socialmente inaceptable
  18. Has sido condenado por algún delito
  19. Puedes pensar en diferentes formas de hacer daño a alguien
  20. Has roto la libertad condicional si has cumplido pena de cárcel y has sido liberado


Hay algunas cosillas más que hablar sobre psicópatas, pero lo dejo para otro artículo. Y sin cambiar de tema... ¿Cuántos putos habéis tenido en los test?

Hasta el próximo, podéis echarle un vistazo al capítulo de Redes sobre los psicópatas con el propio Hare (el que creó el cuestionario) como invitado. Una de las reflexiones que hace Hare es que las películas (aquí incluyo también las series) y las novelas han hecho que los psicópatas sean algo atractivo e incluso su forma de actuar sea algo admirado. Aquí me acuerdo de un libro que salió de como pensar como House...

No sé a vosotros, pero que la gente compre libros para pensar y actuar como un psicópata, me da miedo, y le da tristemente la razón a Hare.



ACTUALIZACION: He quitado el link al testo online de Hare porque había que registrarse en un site para conseguir la calificación final. Lo he copiado y traducido en el artículo para no tener que registrarse si no queréis.