Hoy voy a escribir sobre algo que si no consigo explicarme bien puedo ser el blanco de muchas críticas. Voy a hablar de el altruismo como adorno sexual.
Antes de nada, vamos a repasar la teoría de la señalización, de la que ya hablamos aplicada al marketing hace unos meses. En aquel artículo hablábamos de que las personas utilizamos muchos más recursos de los necesarios en hacer cosas que no necesitamos. Por recursos entendemos no sólo dinero, sino trabajo, energía, tiempo, atención...
Sin embargo, la última parte de la frase "en gente que no nos importan" es la más importante. Nosotros puede que no les importemos, pero ellos sí que nos importan a nosotros, y mucho. La gente por la que hacemos estos gastos excesivos son aquellos que disponen de otros recursos mucho más escasos e importantes para nosotros.
Pueden ser nuestros jefes, que tienen el recurso del trabajo y por tanto seguridad económica, pueden ser nuestros padres, que tienen el recurso de la inversión parental y la atención parental, que como vimos en otros artículos es determinante tanto para sobrevivir como para lo bien que nos vaya a ir en la vida de adulto, y por supuesto... gente del otro sexo, que tienen el recurso limitado de precisamente eso... tener sexo con ellos.
Como los humanos somos una especie mayoritariamente monógama, este recurso es muy limitado para una persona en concreto, uno (en principio), por lo que la teoría dice que se gastarán muchos recursos en conseguir "eso" que es tan escaso, sobre todo si esa persona tiene un alto valor reproductivo (en castellano: si está buena o es un buen partido).
En el libro "The Mating Mind" de Geoffrey Miller, expone precisamente esta teoría. Basándose en la teoría de la señalización, nombra actividades que no son necesarias para nuestra propia supervivencia, pero que sí que son las realizamos e incluso gastamos mucho más en ellas que en otras que sí que son necesarias.
Por ejemplo: ¿Cuanto valía la entrada del último concierto al que fuisteis? ¿Podrías haber vivido sin ir? Ahora pongamos un recurso más necesario. El agua. ¿Cuanto puedes estar sin beber agua? ¿Sabes cuántos litros de agua podrías comprar con esa entrada?
Antes de nada, vamos a repasar la teoría de la señalización, de la que ya hablamos aplicada al marketing hace unos meses. En aquel artículo hablábamos de que las personas utilizamos muchos más recursos de los necesarios en hacer cosas que no necesitamos. Por recursos entendemos no sólo dinero, sino trabajo, energía, tiempo, atención...
Fuente de la imagen: Marcos Ruiz Rodríguez
Sin embargo, la última parte de la frase "en gente que no nos importan" es la más importante. Nosotros puede que no les importemos, pero ellos sí que nos importan a nosotros, y mucho. La gente por la que hacemos estos gastos excesivos son aquellos que disponen de otros recursos mucho más escasos e importantes para nosotros.
Pueden ser nuestros jefes, que tienen el recurso del trabajo y por tanto seguridad económica, pueden ser nuestros padres, que tienen el recurso de la inversión parental y la atención parental, que como vimos en otros artículos es determinante tanto para sobrevivir como para lo bien que nos vaya a ir en la vida de adulto, y por supuesto... gente del otro sexo, que tienen el recurso limitado de precisamente eso... tener sexo con ellos.
Como los humanos somos una especie mayoritariamente monógama, este recurso es muy limitado para una persona en concreto, uno (en principio), por lo que la teoría dice que se gastarán muchos recursos en conseguir "eso" que es tan escaso, sobre todo si esa persona tiene un alto valor reproductivo (en castellano: si está buena o es un buen partido).
En el libro "The Mating Mind" de Geoffrey Miller, expone precisamente esta teoría. Basándose en la teoría de la señalización, nombra actividades que no son necesarias para nuestra propia supervivencia, pero que sí que son las realizamos e incluso gastamos mucho más en ellas que en otras que sí que son necesarias.
Por ejemplo: ¿Cuanto valía la entrada del último concierto al que fuisteis? ¿Podrías haber vivido sin ir? Ahora pongamos un recurso más necesario. El agua. ¿Cuanto puedes estar sin beber agua? ¿Sabes cuántos litros de agua podrías comprar con esa entrada?
Fuente: Informe AEAS. Nota: 1 m3 = 1000 litros
¿Y tu teléfono móvil? ¿Cuál es la diferencia entre lo que pagaste (y sigues pagando) por el móvil que tienes y el más barato que realmente necesitas? Ahora calcula cuántos paquetes de arroz o de macarrones podrías comprar con esa diferencia y cuantos días podrías comer con eso.
Otra de las actividades de las que habla Miller en el libro es el altruismo. Pero aquí tenemos que hablar de varios tipos de altruismo:
Altruismo familiar:
Hamilton escribió ya por el '64 uno de los artículos más importantes de la psicología evolucionista, en el que se basaría luego Trivers para escribir su inversión parental. En él, Hamilton habla de como los recursos que un individuo destina a otro individuo vendrán relacionados directamente por los genes que comparten. A más genes compartidos, más inversión en ese individuo. Esto es conocido como selección de parentesco. En principio, esta inversión sería sin esperar nada a cambio, salvo la supervivencia y aumento de condición del receptor. Es lo que ocurre con los padres e hijos, con los abuelos y nietos o la fraternidad entre hermanos y primos.
Altruismo recíproco:
Aquí es cuando vuelve a escena Trivers con un artículo del '71 en el que describe la evolución del altruismo recíproco. Se basa en el principio de que yo te hago un favor hoy porque mañana tú vas a hacerme un favor a mi. Esta sería la base para la gran regla de oro en la que se basan todas las religiones y dogmas morales, ya sea en su versión positiva ("trata al prójimo como quieras que te traten a ti") o en la negativa ("Ojo por ojo diente por diente"). Esa sería la base de para las sociedades que incluyesen a más de una familia o clan en la que el altruismo familiar no fuese suficiente.
Altruismo de señalización:
Pero, ¿qué pasa cuando el receptor es alguien a quien no voy a ver en la vida, no va a poder devolverme el favor y no es familia mía? En ese caso, Miller en el libro que hemos citado anteriormente habla de que ese coste altruista se destina a la señalización.
Pongamos un ejemplo. Una de las personas más ricas del mundo crea una fundación y se convierte en uno de los filántropos que más dinero dona del mundo. Estoy hablando de Bill Gates. Ese personaje odiado por muchos por haber programado Windows y fundado Microsoft.
Esta fundación lleva a cabo programas de vacunación contra la tuberculosis, contra la polio o contra la malaria de varios cientos de millones de euros por poner algunos ejemplos de las múltiples lineas y campañas que realizan.
¿Por qué uno de los tíos más ricos del mundo querría gastarse la mitad de su fortuna en curar enfermedades de niños en el tercer mundo y acabar con el hambre en África?
La pista la tenéis en el propio nombre de la fundación que ha creado: La Fundación Bill y Melinda Gates. ¿¿¿MELINDA??? Poneos en su posición. Eres un supermillonario odiado por todo el mundo y considerado un ser maligno por tu política de patentes y software privativo. Pero no quieres que tu mujer piense que eres el monstruo que todo el mundo dice que eres. ¿Qué haces? Creas una fundación con vuestros nombres para demostrarle que eres un buen tío y asegurar así que te siga queriendo.
¿Esto le convierte en un monstruo?
Ni mucho menos. Posiblemente, gracias a estas campañas de vacunación se están salvando muchas vidas, y como efecto secundario (recordamos que el sistema inmune comportacional se regula por la cantidad de patógenos en el entorno) posiblemente reduzca las guerras y crímenes raciales en esas áreas. Así es como, la cola de pavo real de un friki millonario que busca el amor de su mujer posiblemente esté haciendo más por la paz mundial que la ONU, la OTAN y la "democracia" exportada a la fuerza por occidente a oriente medio juntos.
De hecho, es muy probable que ni siquiera él sea consciente de que lo hace por eso. Igual que alguien que toca en un grupo no hace música por las grupies, sino porque le gusta lo que hace y se siente bien. O que un futbolista se dedica a eso no por las modelos que suelen tener por esposas, sino porque es su pasión y se siente bien haciéndolo. Esa es la clave de la señalización. No tienes por qué ser consciente de por qué haces algo, simplemente lo haces porque te sientes bien al hacerlo. Millones de años de evolución han diseñado los circuitos necesarios para que no tengas que pensar en por qué haces ciertas cosas, sobre todo cuando de ellas depende algo tan importante como tu éxito reproductivo.
Si no te convence esta explicación, plantéatelo así: ¿Quien está mejor valorado en el mercado sexual? ¿Tú o Cristiano Ronaldo? ¿O tú o Bono (el de U2, no el político, aunque para gustos...)?
Así que para terminar, me gustaría que quedasen claras dos cosas:
- La gente que hace actos altruistas no es necesariamente egoísta, aunque los mecanismos que les llevan a realizarlos sí que lo sean. La gente los realiza porque se siente bien haciéndolos, porque en su mente consciente SI que son altruistas. Los beneficios reproductivos que de esos actos obtienen no son menos legítimos que los que consigue un abogado que con un buen sueldo se compra un mercedes, un músico que puede elegir entre varias grupies en cada concierto o un alto cargo de del FMI que tiene a su disposición un ejército de prostitutas para orgías concertadas.
- Los actos altruistas que realizan no pierden su valor por poder explicarlos desde la psicología evolucionista. Los millones de niños que son vacunados todos los años por la Fundación Bill y Melinda Gates vivirán mucho mejor y el mundo será un poco mejor gracias a que un millonario ha decidido gastarse la mitad de su fortuna en eso. ¿Realmente importa la razón? Si con eso consigue que su mujer le quiera más, perfecto. Y esto no sólo es aplicable a Gates, sino a todo aquel que en lugar de estar trabajando en una consultoría o en un despacho de abogados, lo hace en una ONG cobrando mucho menos dinero, completando su jornada con horas como voluntario, yendo cada dos por tres a manifestaciones y reuniones y además con la espada de Damocles de los recortes sobre sus cabezas.
Ojalá todas las colas de pavo real que utiliza la gente fuesen tan altruistas como los de Gates, a la escala que sea, y no otras más comunes como bolsos de Dolce&Gabana, Ferraris, iPhones, Manolos (los zapatos, no los músicos, aunque de nuevo, para gustos...), tacones, cámaras reflex de 200 megapixels, tetas postizas o músculos de gimnasio.
Pero esto no explica porqué hay tantas mujeres filantropistas, no? Si fuera por tener sexo (o mantener relaciones) con hombres, tendrían que gastar todo el dinero en ponerse guapa, tener gusto, vivir bien... O en otras cosas. No creo que a los hombres impresiona mucho sexualmente una mujer que hace donativas para vacunar el tercer mundo. O por lo menos no creo que hace falta hacer esto para impresionarlos. Equivoco?
ResponderEliminarDepende para qué. Si lo que se busca es una relación de corto plazo o sexo ocasional, como ocurren con las mujeres en periodos de ovulación, tienes razón, y está comprobado que se gastan mucho más dinero en productos de belleza y visten de forma más provocativa que en otros días del ciclo.
ResponderEliminarPero si la estrategia de búsqueda de pareja es a largo plazo, es posible que además del aspecto físico, se quiera señalizar otros aspectos, como el altruismo (amabilidad), la cooperación, etc. Un hombre también puede tener esto en cuenta (además del físico)a la hora de elegir una pareja a largo plazo. Claro que esto puede ser una forma de señalización sexual para las mujeres, y se unirá a otros rasgos que cada persona decida señalizar en su estrategia individual, aunque la combinación los diferentes rasgos que señalice una mujer serán diferentes de los que señalice un hombre, no tanto en su forma sino en su peso.
También, el "altruismo de señalización" es sólo uno de los tipos de altruismo. Las mujeres, igual que los hombres, tienen también el altruísmo familiar y el recíproco.
Además, hay un punto que no se nos debe olvidar: la señalización no sólo es para encontrar pareja. Hay que pensar siempre dos cosas: qué se señaliza y a quién.
Puede utilizarse la señalización para conseguir aprobación social y una mejor posición en la jerarquía del grupo social en el que se vive. Esto tiene múltiples ventajas, no solo a la hora de elegir pareja, sino al acceso a los recursos del grupo y preferencia a la hora de recibir ayuda de otros miembros del grupo. Para las mujeres, donde las negociaciones de estatus son más sutiles al carecer de la agresividad y el enfrentamiento directo que pueden mostrar los hombres (gracias/por culpa de la testosterona), el "altruismo" es también una buena forma de señalización.