jueves, 30 de septiembre de 2010

Cómo crear una dictadura paso a paso

Hace unas semanas vi la película de "La Ola", basada en el experimento que llevó a cabo Ron Jones en un instituto de Palo Alto. En la película, un profesor le pregunta a un grupo de estudiantes alemanes si creen que es posible una dictadura como la que hubo en la Alemania nazi en Europa. La respuesta fue un rotundo "no", tesis que el profesor refuta a lo largo de la película.

Hoy le he hecho la misma pregunta a una persona licenciada en relaciones internacionales, con experiencia en Naciones Unidas y con varios congresos y seminarios sobre sociología, derechos humanos y Unión Europea a sus espaldas. La respuesta ha sido de nuevo "no", así que decidí cambiar la pregunta. ¿Cómo llevarías a cabo una dictadura en Europa?

La respuesta fue muy clarificadora. Lo primero es hacerse con los medios de comunicación. Con ellos es posible llegar a ganar unas elecciones. Después, durante los años en los que estés en el poder, haz ricos a los que te han votado. Pero eso no es una dictadura, para ello debemos eliminar derechos y libertades. Así que pasado un tiempo, hay que quitar una a una las libertades siempre con la ayuda de un temor que van a propagar los medios de comunicación a perder todo lo que les has dado durante esos años anteriores. A los pocos años tendrás un pueblo sin derechos ni libertades, a quien podrás quitarle lo que le habías dado al principio.

¿Cómo de difícil es conseguir esto? No tanto, pero debemos pensar de manera globalizada. En lugar de partidos políticos, debemos pensar en bancos y en grandes inversiones.

Para el primer paso, debemos hacernos con los medios de comunicación. ¿Cómo? Prestándoles dinero. Una vez que nos deban dinero, son virtualmente de nuestra propiedad. Para hacernos una idea, el grupo PRISA, en mayo tenía una deuda de 4.857 millones de euros, el grupo Planeta en Abril 1.667 millones de euros, o los 1.057 millones del grupo de El Mundo. Una vez que tenemos la capacidad de negociar su deuda como queramos, podemos influir tanto en su linea editorial como en las noticias que nos interesa y no nos interesa publicar.

Posteriormente debemos hacer ricos a los que queremos subordinar. ¿Cómo? De nuevo prestándoles dinero. No nos engañemos, no necesitamos tener realmente ese dinero, sino simplemente disponibilidad de una pequeña parte de él. Así, con una pequeña cantidad, podemos prestarlo y re-prestarlo varias veces. Hacemos que gente que había nacido en una generación en la que los abuelos compartían casa con los nietos y los primos en ocasiones, puedan tener un coche de alta gama, un piso grande en la ciudad y un apartamento en la playa.

¿Cómo convencemos a toda una población? Neuromárketing.

  • PAIN: "Tengo miedo de perder el dinero que gano trabajando".
  • CLAIM: "Una casa es una inversión".
  • GAIN: "En lugar de pagar un alquiler, pago una hipoteca por el mismo precio y al final el piso es mio".
  • Demostración: "Mi amigo/cuñado/primo/hermano se ha comprado un piso, lo ha vendido y con lo que se ha sacado, tiene otro el doble de grande".
¿Os suena?

Dejemos que durante unos años crezcan esos nuevos ricos, que piensen que son ricos. Sin embargo, la mayoría de ellos está a menos de 3 sueldos de la quiebra. ¿Cómo alguien que si se pasa 3 meses sin cobrar está en la más absoluta ruina puede considerarse de clase "media-alta"? Si fuese una empresa se podría decir que está en un claro riesgo de quiebra.

Una vez que ya no saben vivir sin un nivel de endeudamiento superior a toda lógica, comienzas a estrangular la manguera del crédito. Por supuesto, la culpa no va a ser tuya, sino de "los otros". Aquí puedes sustituir "los otros" por "los inmigrantes", "los funcionarios", "los sindicatos", "los políticos" o un ente inmaterial y metafísico como "los mercados" a quien cualquier parado a punto de que su hipoteca sea ejecutada pueda culpar.

Con cada recorte de crédito, vas recortando tú también parte de sus libertades. Puedes recortar los servicios sociales, empeorar la educación, endurecer las leyes de inmigración, eliminar la privacidad y aumentar la vigilancia del estado, adaptar las leyes laborales a tu gusto, o eliminar servicios públicos como la sanidad o las pensiones para que la gente contrate tu propia versión privada de los mismos.

Supongo que después de la huelga de ayer, no cabe ya escribir mucho más para reconocer quién es el dictador y qué pasos han dado para hacernos sus subordinados. Los nuevos dictadores de este siglo no son los gobiernos, sino los bancos con los que nos hemos endeudado, las grandes fortunas que controlan las grandes superficies en las que compramos o los cultivos que luego consumimos.

Ayer hubo gente que no fue a la huelga general. Pueden decir que fue para no darle poder a los sindicatos, por no darle poder a la oposición, porque se debería haber hecho antes... Pero en el fondo sabemos que es porque, o bien están de acuerdo con la reforma, o por el miedo a perder el empleo y con él la casa, en coche, etc. Al fin y al cabo, debería ser una decisión libre, y no lo es. No se les puede reprochar nada.

Supongo que después de leer esto más de uno tendrá la tentación de llamarme "antisistema", "anarquista", "rojo", "progre" o cualquier etiqueta tópica que le venga a la cabeza. En realidad puede que sea bastante o nada de todo lo anterior al mismo tiempo, ya que no creo que una opinión no dirigida pueda ser catalogable. Pero hay algo que sí puedo etiquetar: esto SÍ es una dictadura.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Transgénicos y soberanía alimentaria

El otro día asistí a una charla bastante interesante sobre agricultura ecológica. La impartían los chicos de "Del campo a casa" y en ella hablaron de varias cosas interesantes.

La primera de ellas fue que las variedades que nos venden en los supermercados de frutas, verduras y hortalizas no son las mejores, precisamente. Hasta aquí nada nuevo, pero lo novedoso fue que hablaron del criterio elegido para la selección y cultivo de variedades. Para los supermercados y grandes centros de distribución lo más importante es que, durante un transporte que puede durar entre 2 semanas y 2 meses, el producto no sufra y llegue al destino con un buen aspecto.

Esto tiene dos problemas. El primero de ellos es que se promociona un consumo de productos cultivados a grandes distancias. Aquí consumimos fruta de Chile y nosotros producimos para mandarla a Polonia, Hungría o Rusia. La consecuencia de este tipo de consumo es que la huella de carbono de una manzana se incrementa enormemente si en lugar de traerla del huerto que tenemos a 10 kilómetros de donde vivimos la traen desde la otra punta del Atlántico.

El segundo problema es que se prima la producción de variedades no autóctonas, haciendo desaparecer las variedades locales que, aunque mucho mejor adaptadas al suelo, clima e inclemencias en las que han sido producidas durante cientos de años, tienen una piel más fina y soportan peor el transporte de largas distancias.

Además de estos dos grandes problemas, está la diferencia de coger el producto cuando está maduro y en su punto y entre cogerla 2 semanas antes y dejarla madurar en un barco o un camión, con la pérdida de nutrientes y sabor que ellos conlleva.

Otro de los aspectos de los que hablaron en la charla fueron los transgénicos. Los cultivos transgénicos son aquellos cuyas semillas han sido modificadas genéticamente para que el cultivo resultante tenga unas características concretas. Esto en principio podría parecer que es lo que se ha hecho durante años mediante selección manual de cultivos, pero hay aspectos que no son tan fáciles de ver a simple vista.

Uno de ellos es que las semillas de los transgénicos están patentadas. En el momento en el que alguien planta una manzana transgénica tiene que pagar a la compañía que lo ha patentado. Cuando alguien planta 100 hectáreas de maíz transgénico, tiene que pagar por cada hectárea una cantidad de dinero por royalties a la empresa que tienen la patente de la semilla. Incluso hay semillas no transgénicas patentadas, de forma que hay que pagar incluso por cultivar algo totalmente natural.

Imaginemos por un momento que la empresa que tiene los derechos de las semillas decide aumentar un año el precio de los royalties de manera desmesurada o incluso prohibir la distribución de productos provenientes de sus semillas. Todos aquellos agricultores que hayan plantado árboles, campos o huertos con esas semillas no podrían venderlos, con la consiguiente crisis alimentaria y económica que ello supondría. Estamos poniendo en manos de una empresa privada cuya única motivación es aumentar beneficios año tras año el sector primario de medio mundo.

El segundo problema grave de los transgénicos es que no sólo afecta a aquellos que plantan las semillas, sino a otros agricultores de la zona que tratan de cultivar y preservar variedades autóctonas. El polen del maíz tiene una vida de 24 horas. Con un viento de 60 Km/h como el que suele soplar en la ribera del Ebro, es fácil calcular el radio de posible contaminación genética que puede ocasionar este tipo de cultivos. Pero... ¿Qué es esta contaminación?

En una mazorca de maíz, cada grano se fecunda independientemente. Así, en condiciones normales, el 100% de los granos se fecundarán por el mismo tipo de maíz que está plantado en la misma parcela. Sin embargo, si parte de los granos de maíz son fecundados por polen transgénico parte de las semillas darán lugar a plantas híbridas. Con parte de las cualidades autóctonas, pero parte iguales que la variedad tranegénica (por ejemplo, una piel más dura). En el momento en el que dentro de una parcela hay una planta híbrida, esta puede fecundar gran parte de las plantas de la parcela, creando una siguiente generación de cosecha híbrida.

Lo peor de este tipo de contaminación es que acaba también con las características de las variedades locales que las han hecho sobrevivir hasta ahora y toda la variedad y herencia genética natural que ello conlleva.

Por suerte, hay buenas noticias. La primera es que estos chicos han puesto en marcha una iniciativa de cestas de productos ecológicos y variedades locales en Lérida y Zaragoza. Todo el que quiera puede pedir cestas de fruta y verdura ecológica y probar las bondades de este tipo de cultivo.

La segunda es la creación de la Red de Semillas de Aragón, donde todo el que quiera puede ir a dejar semillas y coger otras de otra gente. Es un sitio de intercambio de variedades vegetales y un gran Arca de Noe genético.

Como conclusión, os diré que yo he comenzado a mirar la procedencia de todo lo que compro para minimizar la huella de carbono de todo lo que consumo, comprar las frutas y verduras de tiendas del barrio y sólo productos producidos cerca de mi ciudad e intento siempre que pueda, comprar y consumir productos con el sello de agricultura ecológica.

ACTUALIZACIÓN (20-Sept-2011): El mismo día que escribía yo este post sobre transgénicos y soberanía alimentaria la Red de Semillas publica esta noticia: Red de Semillas insta al Gobierno Español a cambiar el modelo agricola apoyando la soberanía alimentaria y protegiendo la biodiversidad agrícola.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Cómo crear un aerogenerador casero con chatarra

Después del parón veraniego, hay varios proyectos en los que estoy inmerso. Uno de los que ocupa más lugar en mi cabeza desde hace algún tiempo es la posibilidad de crear un aerogenerador casero a base de chatarra y partes recicladas.

Lo que más me atrae de esta idea es la de poder conseguir crear por ti mismo electricidad sin tener que recurrir a las compañías eléctricas y de una manera barata y sencilla.

Antes de empezar os aconsejo haceros con dos herramientas que os van a hacer falta. Una de ellas es un polímetro (en Ebay anuncios podéis encontrar en vuestra ciudad a alguien que los venda por 10-15€), ya que necesitamos saber si el generador que utilizamos da voltaje, cuanto y que corriente saca. El otro es un soldador de estaño (5-10€). Para los prototipos no será muy necesario, pero cuando queramos hacer una cosa medio definitiva, está bien soldar las terminaciones y bornes para que no se desconecten con el tiempo.

En primer lugar, tenemos que tener claro para qué queremos el aerogenerador. Yo tengo dos posibles utilidades. Una de ellas es alimentar unos LEDs de alta luminancia para iluminar un pequeño huerto urbano (el del link no es mío, pero podría servir de ejemplo) durante el invierno y la otra es poder cargar las pilas recargables, los móviles y enchufar alguna lámpara. Las necesidades de las dos aplicaciones son muy diferentes. Para los LEDs necesito un voltaje y una corriente muy pequeña, pero para poder conectar unos enchufes, necesito generar más energía y almacenarla de alguna manera.

Comencemos un poco por las partes que tiene el sistema:
- Aspas. Necesitamos algo que de vueltas para poder transmitir el movimiento que va a provocar el viento a...
- Un generador. Este puede ser tanto una dinamo de bici, un alternador de coche o un motor eléctrico que desguacemos de algún aparato electrónico.
- Un rectificador. El generador va a sacarnos una corriente alterna. Para poder almacenarla y utilizarla tenemos que convertirla en continua. El sistema que convierte de alterna en continua se llama rectificador. El rectificador nos va a sacar la corriente en continua, pero al mismo voltaje que nos da el generador. El voltaje deberemos limitarlo a uno en concreto con un...
- Regulador. Este aparato lo que hace es limitar el voltaje para poder cargar adecuadamente una batería o para poder alimentar unos LEDs.
- Batería. Esto nos va a permitir utilizar la corriente de manera continua y no dependiendo de si en ese momento hay viento o no. Normalmente se utilizan baterías de coche de 12V.
- Inversor. Este aparato va a convertir la corriente continua que nos da la batería a 220V de alterna, que es lo que consumen los aparatos comerciales y lo que sale por el enchufe de casa. A este inversor podemos conectar los cargadores de pilas, una lámpara o el modem ADSL (si os fiáis del sistema).

Una vez que tenemos ya claros las partes del sistema, os explico unas cuantas configuraciones que tenía pensadas con diferentes tipos de partes y de donde sacarlos.

El más sencillo es el que yo llamo "aerogenerador de desguace". Este es muy sencillo y permite dar energía suficiente para cargar móviles, conectar un par de bombillas y alguna radio. Es muy simple, os pongo a continuación de donde salen las diferentes piezas:
- Aspas: quizás esta parte es la que más trabajo os puede dar, ya que el generador que vamos a utilizar requiere un par de fuerzas de cierta potencia. Podéis inspiraros en este sitio, y normalmente se pueden hacer con trozos de tubería de PVC bien cortados y unas chapas o tablas de madera.

- Generador: Vamos a un desguace y pedimos un alternador de coche. Están muy bien optimizados y en cualquier sitio de este estilo nos venderán uno de un coche ya usado y viejo. El alternador nos va a dar la energía en amperios suficiente como para poder cargar la batería de forma razonablemente rápida.
- Regulador: Ya que estamos en el desguace, del mismo coche podemos sacar el regulador. Está ya pensado para hacer de rectificador y regulador al mismo tiempo y este es el que carga la...
- Batería de coche: Al señor del desguace le vamos a pedir también una batería de coche. Es posible que tenga alguna. Si no, hay baterías asequibles (50-60€) en cualquier tienda de recambios de coches o taller.
- Inversor. Este lo podemos comprar por ejemplo de ebay por 10-20€. A el le conectamos una regleta con los enchufes que queramos conectar y a funcionar.

Otra opción, si no queremos tener o no tenemos espacio para unas aspas tan grandes, es lo que yo llamo un "generador de bicicleta". Podéis ver un instructable de este tipo de sistema aquí. Las piezas que utilizaremos son:
- Aspas: Como no tenemos mucho espacio, vamos a utilizar una rueda de bicicleta (por supuesto, de segunda mano, y no vale robarla...) en posición horizontal. Las aspas en horizontal son menos eficientes que las verticales, pero ocupan menos espacio y pueden servir para este tipo de sistemas. Las aspas que vamos a utilizar serán tipo Savonious.
Podéis ver más ideas de como construir las aspas de un rotor savonious aquí y aquí.
- Generador: Como tenemos una rueda de bicicleta podemos usar una dinamo de bicicleta para generar electricidad. La mejor opción es una dinamo de buje (integrada en el eje). Si no, siempre podéis intentarlo con una dinamo normal. Podéis encontrar en tiendas de bicicletas de segunda mano o por ebay. También podéis probar a ponerle un motor de paso como los que trataremos en la siguiente configuración como dinamo, aunque esa es otra guerra.
- Rectificador. Si utilizáis una dinamo, normalmente esta sacará sólo 6V, y para cargar la batería de coche necesitamos al menos 12v (mejor 14V). El rectificador tienen que pasar de alterna a continua y además, doblar la tensión de 6V a 12V. Para ello vamos a hacernos con una placa de prototipos (breadboard), unos diodos y unos condensadores. Es muy sencillo:
Todos los componentes electrónicos los podéis conseguir en tiendas de electrónica, ya sean tradicionales o online, como micropik. En la parte de diodos tienen incluso un integrado con dos circuitos rectificadores (justo lo que buscamos), así os evitáis el lío de los 8 diodos. Que no os de miedo meteros en estos barros, ya que aunque asustan un poco al principio, son mucho más sencillos de lo que parece.
- Regulador. Aquí podemos acudir de nuevo a un regulador de coche o comprar uno regulador de 12V directamente. Mi consejo: mirar en ebay.
- Batería: Lo mismo que en el anterior. Una de coche de 12V.
- Inversor. Como siempre, para poder sacar de la batería 220V en alterna y poder utilizarla normalmente.

Por fin, si lo que queréis es alimentar un sistema de LEDs, por ejemplo. sólo necesitáis parte de los sistemas anteriores y no hace falta tanta potencia en el generador. Para este caso podéis seguir este instructable que yo llamo "generador de ventilador". Como está muy bien descrito en el instructable, voy a comentar ligeramente las partes de las que consta.
- Aspas: Hechas a partir de una tubería de PVC o una botella de plástico. Al ser pequeño, no necesitamos que sean muy rígidas. También podemos utilizar las aspas de un ventilador que desguacemos.
- Generador: Un ventilador de PC o un motor de paso. Los motores de paso son unos pequeños motores que podéis encontrar en cualquier aparato electrónico. En impresoras,ventiladores, reproductores de CD, cassettes... Para elegir el tipo de motor que más necesitáis, os aconsejo leer este artículo.
- Rectificador: Aquí es igual que el modelo de generador de bicicleta, salvo que si el motor nos da directamente 12V (o lo que necesitemos), no hará falta doblar el voltaje, y nos sirve con un solo puente de rectificación.
- Regulador: Aquí tenemos que ver qué tensión admiten los LEDs. Por ejemplo, los que he estado mirando en micropik admitían hasta 4,5V, así que necesitamos un regulador de hasta 4,5. En la misma web en la parte de LEDs hay unos integrados de regulación variable. Uno de ellos nos puede servir.
- Batería: Aquí no nos hace falta batería. Si queremos que sea una luz más o menos constante, podemos poner unos condensadores entre el rectificador y el regulador, pero la idea es que cuando haya viento luzcan y cuando no haya viento no luzcan. No creo que las plantas se quejen porque les encendamos y apaguemos los LEDs cada 5 minutos.

Supongo que tendréis un montón de dudas y preguntas. No os preocupéis, yo también... Lo mejor es ir leyendo a gente que ya lo ha hecho y sobre todo probar y experimentar. No le tengáis miedo a empezar uno de estos locos experimentos. La emoción de ver como a partir de unas piezas desguazadas de aparatos irrecuperables consigues hacer algo que funciona no tiene ningún precio.

PD: No, el huerto urbano no es de marihuana (no sé por qué todo el mundo piensa eso...). En realidad son rábanos, cebollas y alguna lechuga :)