El primero fue el lenguage oral y la transmisión de conocimiento entre generaciones a través de canciones, cuentos, tradiciones, creencias... Este fue el primer paso para que el conocimiento que no residía dentro del genoma humano no tuviese que rederscubrirse una y otra vez cada generación.
El segundo fue la escritura. Gracias a ella, el conocimiento podía almacenarse y no se perdía cuando el gurú (en el sentido más antropológico de la palabra) de la tribu moría, y podía incluso mandarse a otros lugares. Además, la escritura añadió una cualidad más al conocimiento: la inalterabilidad de la palabra escrita. Esto hacía que la información no cambiase cuando varias personas leían el mismo escrito, cosa que podía pasar cuando varios gurús cantaban la misma canción o contaban la misma historia "a su manera".
El tercer paso fue la invención de la imprenta y la industrialización de los libros y la lectura. Esto no supuso un salto cualitativo, pero si cuantitativo en cuanto al número de personas que podían tener acceso al conocimiento. Los libros y el conocimiento que encerraban salieron por fin de los monasterios y los palacios y llegaron a la clase media y baja, lo que supuso un gran salto en la inteilgencia colectiva. Los niños podían tener incluso libros impresos para el colegio a precios razonables y la información se masificó.
Pero... aún así había una dificultad: para acceder a ese conocimiento tenías que tener un libro en concreto. Estaba siempre la opción de una enciclopedia, pero si querías tener una información más profunda, debías buscar el libro que te interesase. Además, sólo existía el conocimiento de aquellas personas que querían y podían publicar libros.
Internet ha dado la vuelta a todo esto. Ahora desde como hacer un huevo frito, como instalar una versión de linux hasta como hacer un laser portatil son algunos ejemplos de cosas que se pueden encontrar con un par de clicks y que antes debías tener libros especializados para poder acceder a este conocimiento.
El salto esta vez ha sido tanto en publicación como en acceso. Ahora, además de acceder a todo ese conocimiento, cualquiera puede publicar el suyo, creando un repositorio de información mundial.
Si la inteligencia la definimos por la suma de estas tres partes, la inteligencia mundial colectiva ha sifrido un importante crecimiento en los últimos años gracias a internet. Ahora habrá que esperar unos años más para ver el verdadero impacto en la humanidad que está suponiendo este adelanto. ¿Será necesario seguir aprendiéndose de memoria la tabla periódica en el colegio cuando puedes acceder a ella desde cualquier dispositivo conectado a la nube?
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